Let go - Michaetzu ¿Da?

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Tzuyu no se enamoraba fácilmente, de hecho, solo tuvo dos parejas. Ninguna de sus anteriores relaciones habían funcionado pero no terminaron mal, era algo que agradecía. Pensó que estaría soltera toda su vida sin un Omega a su lado.

Hasta que conoció a Son Chaeyoung.

La pequeña Omega de tierna sonrisa y hermosos hoyuelos, ojos grandes, lunares y labios que quisiera que fueran suyos. Su risa es su sonido favorito, su manera de ver los detalles en lo que nadie más se fijaba, su sentido de la moda y como veía la vida.

Quizás se había enamorado demasiado de Son Chaeyoung, más de lo que su corazón podría soportar.

- ¿Irás a la cena? - Sana se encontraba maquillandose para otra de su cita con su novia.- Pregunto para que no te olvides de cerrar todo y dejar la llave donde siempre.

La observó desde el sofá, realmente no tenía ganas de ir pero ya había confirmado que allí estaria.- Sí, iré, dejaré la llave donde siempre pero creo que estaré en casa antes de que tú.

- Es lo más probable.- Dejo de lado su labial, acomodó su camisa y pantalones.- Cambié de idea, me quedaré a dormir en lo de Momorin.

Rodó los ojos.- Ya van dos años y no puedo creer que te metiste con mi mejor amiga.

- Te dije que era mi destinada desde que la vi, te avise, no jodas.- Tomó su billetera y las llaves de su auto.- Además, hoy todo cambia.

- ¿Eh?

Sacó una cajita de uno de sus bolsillos. - Le voy a pedir matrimonio.

Abrió su boca, sorprendida.- No me jodas.

- Que asco, Tzu, somos hermanas.

- Imbécil ¿Cómo llegaste a la conclusión de casarte con ella? Pensé que tenías miedo al compromiso.

Se encogió de hombros, mirando el anillo en la cajita.- Bueno, desde la que conocí mi vida ha cambiado para bien y sinceramente no puedo imaginar pasar mi vida al lado de otra persona, la amo mucho.

Sonrió levemente, poniéndose de pie para abrazar a su hermana mayor.- Estoy orgullosa de ti, ambas se lo merecen.

Correspondió el gesto.- Gracias Tzu, ahora ve a prepararte que se hace tarde y yo me voy a mi cita con mi futura prometida. Nos vemos.

- Nos vemos.











La cena era un reencuentro entre sus compañeros de universidad, fueron un buen grupo, eran unidos y tenían estas reuniones cada tanto. Tzuyu no se consideraba una persona social, en realidad no lo era, y menos cuando se trataba de estar en el mismo lugar que ella.

El restaurante era el de siempre, el local de barbacoa a donde solían ir cada viernes luego de una cargada semana de tareas y exámenes. Saludo a la dueña y los empleados, caminando hacia la mesa que hasta parecía ser de la propiedad del grupo.- ¡Miren quién a llegado! ¡Chou Tzuyu!- Todos voltearon para aplaudir y hacer barrullo por verla. Era raro que asista.-No puedo creer que saliste de tu cueva ¿A qué se debe?

Park Jihyo era otra buena amiga suya que conoció en la universidad, era considerada la madre del grupo y con buena razón.- Sana no iba a estar y me obligó a venir.

- Deberé agradecerle, vamos.- Abrazo a la más alta, como pudo, por sus hombros para caminar hacia la mesa.- Ella está aquí.- Susurró cerca del oído de la menor.

- Era de esperarse.- Saludo de manera general, no teniendo la batería social suficiente para hacerlo uno por uno, y tomó asiento a un lado de su amiga. No espero demasiado para abrir una botella de soju y llevarla a sus labios.

TWICE One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora