Capítulo I

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La prisión de máxima seguridad Nexus desprende un sentimiento de terror solo al verla. Rodeada de muros de contención hechos de hierro macizo y el clima que nunca está a su favor aumenta así su aura oscura.

Pero en su interior ahí algo más aterrador. Un prisionero, causa el terror en todos los guardias. Él causa que tengan que contratar casi todos los meses guardias y soldados nuevos para atenderlo. Él causaba más terror que la prisión misma.

Aquella noche se acercaba al pasillo del prisionero en el cual nos e encontraba nada más que una sola celda, la de él. El nuevo guardia se identificaba con la tarjeta que colgaba en su camisa con el nombre de: Arthur Curt.

Él caminaba puerta cargando en sus manos la comida. De solo recordar los relatos que contaba sobre Vyctor hacía temblar sus manos.

Contaban que el poseía habilidades sobrenaturales que lo hacía un monstruo, desquiciado y demente jugaba con la mente de los guardias con sus palabras. Con ojos de color rojo escarlata que llevaban a quienes los miraban al suicidio.

Su cuerpo volvía a temblar.

Cuando se dió cuenta ya estaba en frente a la gran puerta de acero reforzado. En el centro de la puerta se encontraba la palabra "PELIGRO" en mayúsculas.

Acercó la tarjeta de identificación, la puerta abrió y encontró detrás de una puerta de cristal templado un chico de cabello largo y negro que cubría la venda de sus ojos. Supo rápidamente que se trataba de Vyctor el terror del Nexus. Se encontraba sentado sobre sus piernas. Se veía Imponente incluso sin mirar sus ojos, parecía dormido o inconsciente no se movía. Golpeó la pared con su bastón negro de un material muy parecido al plástico.

— Oye tú, te traje la comida —. Él no respondió siguió sin moverse. —¡¿No escuchas?!, traje la comida.

Nada.

Ni una palabra

Ningún movimiento.

Solo silencio.

Comenzó a preocuparse y su humanidad fue más fuerte que se intuición y decidió entrar olvidando lo más importante para entrar en la celda de Vyctor: Activar sedantes.

Abrió la puerta de cristal y fue a tocarlo. Su mano se acercó a su cuello y luego:

Dejó de moverse.

Su cuerpo ya no reaccionaba a sus intentos de moverlo y seguido de eso se escuchó una estrepitosa risa que resonó como eco en la sala. Su mano se acercó sin control al individuo y arrebató la venda que cubría sus ojos. El color escarlata se entrelazaba con manchas negras en sus pupilas era tan intenso que provocaba escalofrío. Su boca mostraba una risa torcida.

Trataba de hablar pero no podía así que el que habló fue el sujeto.

— ¿Si te libero de mi control me prometes no correr? —. Preguntó el sujeto.

Él guardia asintió como pudo y Vyctor sonrió. Seguido, el guardia recuperó el control de su cuerpo. No esperó ni un segundo y empezó a correr alejándose de aquel monstruo de ojos rojos. A Vyctor le gustó verlo correr, sentía que aquel soldado era una presa y él su cazador. El guardia estaba cerca de la barrera de vidrio y apunto de abrirla con la tarjeta cuando sin previo aviso su cuerpo explotó así como suena:

Su piel se mostró cubierta de venas rojos hinchadas hasta que al final su cuerpo reventó cubriendo de sangre y sesos la barrera de cristal y la ropa del sujeto. Sonreía viendo y tocando la sangre que se encontraba en su cuerpo pero algo lo interrumpió:

El sonido de la alarma.

Movió sus manos y la sangre comenzó a flotar en círculo y bastó otro movimiento para con la misma sangre atravesara la pantalla de la cámara. Se agachó y cogió la tarjeta del soldado para abrir las puertas y salir.

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⏰ Última actualización: Oct 06 ⏰

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