Anteojos

Todo comienza cuando Asano Gakushuu entra a clase con gafas.

Joder. Gafas.

Karma se quedó boquiabierto. No hacía ni un minuto que estaba jugando con su teléfono y haciendo caso omiso de las conversaciones de fondo e intentando encajar unos 5 minutos más de juego en 2 minutos antes de que suene la campana, cuando la voz de Sakakibara se oye clara: "Oye, Gakushuu, casi llegas tarde", y Karma comete el error de levantar la vista.

"Me puse al día", dice Asano Gakushuu, entrando a clase y arrojando su bolso en su asiento, y el hecho de que esté aquí 20 minutos más tarde de lo que normalmente llega no es la razón por la que Karma lo está mirando.

Las gafas.

Mierda.

Un chico alto y delgado que constantemente obtiene las mejores calificaciones, es el hijo del director y usa anteojos negros con montura gruesa, debería seguir todos los estereotipos de nerd que alguna vez existieron.

Asano Gakushuu es un producto absolutamente atípico y poco convencional.

Debido a que Asano Gakushuu es genuinamente el peor humano que jamás haya pisado este planeta, se da vuelta y mira fijamente a Karma, con la cabeza inclinada y una expresión interrogativa, como si realmente estuviera desconcertado por qué Karma no ha dejado de mirarlo a pesar de que la respuesta debería ser bastante obvia.

Karma cierra la boca con un chasquido audible. Asano le frunce el ceño.

Karma no deja de mirar fijamente en matematicas, lo cual es bastante inútil dado que lo que más observa es la parte posterior de la cabeza de Asano Gakushuu, pero de vez en cuando el chico se gira y Karma ve el perfil lateral de su cara y esas malditas gafas en su nariz.

¿Por qué? Joder. Gafas.

Karma se acerca a él inmediatamente después de la clase. Asano se recuesta en su silla, cruza los brazos y espera. 

Su expresión confusa y enojada y esos malditos anteojos están a la vista de todos y parece como si alguien hubiera dejado a Karma sin aliento.

"¿...gafas?" apenas logra decir, y aun así suena como un chillido embarazoso.

—Oh —la expresión de Asano se aclara, luego se da la vuelta y mira hacia abajo y hay una capa rosada en sus mejillas y joder. Joder.

Joder, esto es malo.

—Bueno, no pude encontrar mis lentes de contacto esta mañana —dice Asano, en realidad sonando tímido. Para empeorar las cosas, se pasa una mano por el pelo y se alborota el flequillo, lo que hace que este caiga desordenadamente frente a su cara, sus ojos y esos malditos anteojos.

"...No sabía que usabas lentes de contacto", dice Karma, con su voz aún más débil.

—Lo hago —resopló Asano—, hasta esta mañana.

Pues joder.

Si Karma había dudado de su sexualidad antes de este momento, todos los signos de incertidumbre se borraron. 

Karma Akabane es jodidamente gay.