¡yo te negué!

Regresando a dónde él me sacó

Siento una profunda tristeza en mi corazón, un dolor indescriptible; incluso he negado mi existencia y decidí regresar al lugar donde él me sacó.
El mar esta en calma... El reflejo en el agua me muestra una infinidad de estrellas. Es una noche despejada, el aire frío corre por mi espalda y me eriza la piel. Debo confesar que también me gusta sentir la tibieza del agua y la arena entre mis dedos, extrañaba un poco ese sentimiento. Comienzo a empujar mi pequeña barca, desde ahora he decidido volver a pescar y hacer lo mismo que hacía antes de que él apareciera. He comenzado a remar, mis redes están listas y no creó que 3 años lejos de la pesca me hayan hecho olvidar una vida entera de este oficio.
Aún no se por que estoy triste, una lágrima corre por mi mejilla y debo decir que como hombre de mar no estoy acostumbrado a derramar lágrimas innecesarias.
El suave golpeteo de las olas en la barca y algunas gotas que salpican me hacen despertar de mi pequeño letargo. Mientras remaba recuerdo su rostro, él a pesar de ser tan sabio me escogió a mi en particular y junto con otros como yo, le seguimos por 3 años y aprendimos de él tantas cosas que no las puedo ni replicar, y muchas de sus enseñanzas, por mas que me las explicó aun no las comprendo en su totalidad, jajaja -Pedro soltó una carcajada y al mismo tiempo, tomó el remo con tal odio que golpeó el agua inmisericorde-, -¿ Qué haces?, replicó su hermano, ¿ No piensas que espantarás los peces?- perdón ... pero debes entenderme; es que tu no vistes su mirada, él confiaba tanto en todos nosotros y yo mismo le juré ... le juré que nunca lo negaría (ante su inminente captura); Pero en el momento que él mas nos necesito, todos corrimos como niños asustados intentando salvar nuestras vidas. El ya lo sabía y con mi bocota le dije mirándolo a los ojos: "maestro aunque todos te nieguen, yo no lo haré" y con una mirada triste me dijo, tu me negarás y será delante de todos pero no te preocupes yo te perdono, son sus palabras como cuchillos las que resuenan en mi mente, y su rostro jamás lo podre olvidar ...
-Es hora dijo mi hermano, tira aquí las redes-, las lance;
-espero una buena pesca le dije, ¡muero de hambre!-
-solo a ti se te ocurre salir de casa sin cenar- lo dijo con voz seria y algo molesto.
Las horas pasan como mudos silenciosos de mi desdicha, pronto amanecerá y aun no hemos pescado nada -¡te lo dije, ahuyentastes los peces!, ¡eres un inútil! su fuerte voz interrumpió el silencioso vaivén de las olas; ¡mejor regresemos ya!-, su voz ahora muy molesta y con tono de desaire, pero note en su mirada que también se sentía un poco culpable; él estaba conmigo cuando capturaron al maestro e igual que yo la impotencia y la frustración invaden nuestros corazones ...