Butterfly //J. Jk//

01

A penas se abrieron las puertas del ascensor Jungkook entró con prisa. Miró la hora en su celular y suspiró al ver que llegaba veinte minutos tarde al trabajo.

Vió su reflejo en la pared espejada del ascensor, trató de ordenar aunque sea un poco su ropa pero no podía hacer mucho pues siempre había parecido un vago con aquellas zapatillas desgastadas y el flequillo tan largo que le llegaba hasta debajo de los ojos, de cada en tanto tenía que apartarse el cabello del rostro para ver bien.

- buenos días- saludó con una sonrisa la anciana que iba a su lado, Jungkook notó que era la nueva inquilina que había ocupado el departamento de al lado.

Dió una pequeña reverencia pero no contestó al saludo, sin embargo, la señora no pareció entender que Jungkook no quería seguir la conversación.

- ¿Pero que te pasó en el rostro?- Preguntó de pronto la señora con preocupación.

Verdad, Jungkook había olvidado ese pequeño detalle. De inmediato se cubrió el labio con el dorso de su mano.

- Tropecé.

Al escuchar la respuesta la anciana arrugó el entrecejo.

- un chico así de apuesto no debería tener eso en el labio.

Y antes de que las puertas se abrieran la anciana le entregó unos cuantos dulces, dulces que Jungkook guardó en uno de sus bolsillos. Salió con prisa, no podía llegar así de tarde al trabajo de nuevo.

"La próxima vez estas despedido Jungkook" le había advertido su jefe.

Sin mebargo, cuando estuvo a punto de llegar a salida del complejo, escuchó un ruido sordo no muy lejos, por inercia volteó. No supo demasiado bien qué hacer al ver a la señora en el piso ¿se había desmayado? Al parecer si ¿por qué justo cuando Jungkook iba al trabajo así de apurado? No era capaz de dejar a alguien tirado de esa manera pero tampoco podía ayudar. Con el tiempo haciendo tictac en su cabeza se devolvió, trató de mover a la anciana pero no despertó ¿se habría pegado en la cabeza?

- Ajumma, despierte...- Pidió Jungkook viendo la hora una vez más.

Y no era como si tuviese dinero para llevar a alguien a urgencias.

Pensó en qué hacer y se decidió por tantear la ropa de la señora, para encontrar aunque sea algún teléfono, al final lo encontró en el bolsillo de su abrigo de lana. Desbloqueó el modelo viejo que la señora tenía por celular y marcó el único número que estaba registrado en contactos, el pitido sonó por algunos segundos hasta que se escuchó una voz del otro lado.

- Abuela, te dije que no me llamaras, estoy ocupada... en clases...- Habló una voz femenina- ¿aló? ¿Abue?

- Hola, soy Jungkook, el inquilino de al lado. Llamo porque...

Del otro lado se escuchó como el tono de voz de la chica cambiaba.

- ¿Por qué tienes el teléfono de mi abuela?

- Tu abuela se desmayó- Dijo por fin Jeon- Te aviso para...- No había de otra- Para que la vayas a ver al hospital, ahora mismo llamo a la ambulancia.

- ¿Entonces por qué no llamaste la ambulancia antes de llamarme? Hazlo, rápido, ya voy para allá- Con eso dicho la llamada fue cortada del otro lado.

...

Jungkook vió de nuevo la hora, esta vez en el reloj que estaba pegado a la pared del hospital, supo que estaba muerto así que decidió no seguir preocupándose.
Miró a la señora, acostada y con un parche en la cabeza y luego hacia la salida de urgencias; la chica se estaba tardando en llegar.

Vió como la enfermera de recepción lo observaba, tal vez esperando a que pagara la factura pero jungkook ya le habia hecho saber que él no era el tutor de la paciente, así que decidió esconder su rostro detrás de su celular y encorbarse un poco en el asiento pues desde donde estaba lo unico que lo separaba un poco de recepción era la cortina, la cual quería correr.

Estuvo unos minutos deslizando videos al azar en instagram cuando un quejido lo hizo interrumpir; era la anciana, quien se estaba despertando.

Jungkook prácticamente saltó del asiento para serciorarse de que todo estuviera bien, suspiró con alivio al comprobar que todo estaba bien.

— ¿Donde estoy?— Habló con voz somnolienta la señora, quien se encontraba mirando las demás camillas a su alrededor, desorientada.

Jungkook carraspeó.

— lo que pasó fue...

— ¡Abuela!

Ambos voltearon en dirección al grito y ambos se encontraron con una chica de cabello corto corriendo hacia ellos, Jungkook supuso que era la nieta. La chica se detuvo a un lado de la camilla y tomó entre sus manos las de su abuela, parecía que no había tenido tiempo de abrigarse apropiadamente pues solo llevaba la chaqueta de colegio, no había bufanda ni guantes para enfrentar las bajas temperaturas.

— Gyeoul ¿Qué pasó, estoy en el hospital?

Gyeoul asintió con ojos rojos, parecía que en cualquier momento se largaría a llorar.

— Oh...— La ajumma se puso una mano en la frente— Debí haberme desmayado— Jungkook ya estaba recogiendo su mochila cuando la señora notó de nuevo su presencia— Gracias, joven, por haberme ayudado.

El chico se encogió al tener la atención de las dos y solo negó.

— No hay de qué, solo iba pasando...

Jungkook hizo una reverencia— Tienen que pagar la factura— Y con eso dicho empezó a caminar.

— ¡Gracias!— Gritó Gyeoul antes de que Jungkook saliera de urgencias.

Al estar afuera sintió el viento frío golpear con suavidad su rostro, cerró los ojos por un momento. Este clima no le gustaba, le hacía divagar en sus pensamientos y recordar cosas que no quería. Sin embargo, al abrirlos vió a alguien que no debería haber visto, alguien pasado que no debería estar allí.

— Taehyung...— Susurró y de pronto la casa en llamas volvió a su mente; muñecos de nieve, su mamá, Taehyung...

Retrocedió unos cuantos pasos y cerró de nuevo los ojos con lentitud, respiró profundo. No le gustaba ver esas cosas.

《Me estoy volviendo loco》

Abrió los ojos de nuevo al sentir como la puerta se abría detrás de él, decidió a seguir su camino.

— Oye, se te olvidó el celular.

Jungkook volteó, rectificando que le faltaba el celular cuando sintió sus bolsillos livianos y vió a la chica tenderle el aparato.

Jungkook quiso agradecer, pero cometió un herror; la miró a los ojos... Había bajado la guardia, y como consecuencia vió el destino de Gyeoul, su muerte.

Esa chica pronto iba a suicidarse en su habitación; pondría un soga en su cuello y daría fin al dolor que Jungkook sintió como suyo durante unos breves segundos.

De nuevo había ocurrido.