I.

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Ya eran las 6, mi alarma estaba sonando. Lo que significaba que tenía que ir a la escuela, la verdad no me molestaba ir a la escuela en parte era divertido, podía jugar con mis amigos y amigas, pasar buenos momentos con ellos talvez lo único malo son lo pesado de las clases y las tareas pero fuera de eso era normal.

Me cambie la pijama y me puse el uniforme de la escuela que no era más que zapatos negros, un pantalón negro, una camisa blanca y un suéter azul. Baje a desayunar, como siempre mi mamá me esperaba con un café con leche y un pan, mientras yo comía ella me preparaba mi lunch. 

Mi papá en cambio se preparaba para el trabajo, prácticamente el se levantaba y hacía lo mismo que yo pero mas temprano, cuando terminaba mi desayuno él ya estaba en le coche listó para dejarme en la escuela. 

Nos subimos al coche y tuvimos una platica casual, me dejo enfrente de la escuela. Otro año más, me encontraba en el segundo año de preparatoria y mis amigos y yo éramos los "raritos" yo creo que no tiene nada de malo preferir los videojuegos a salir a fiestas cada quién vive la vida a su manera. 

-¡HOLA!- era mi mejor amigo Tom, quien venía apresurado a saludarme- Otro año más en esta misera escuela-

- Jajajajaja sí, pero bueno ¿Qué tal las vacaciones?- dije abrazándolo- 

- Lo mismo de siempre, jugar videojuegos. Esos pases de batalla no se completan solos mi buen- él siempre era así amable y preocupado por sus pases, una vez que compraba uno así todo para llegar al máximo nivel y tener todas las skins exclusivas, creo que no había nada más importante para él que esos pases.

- Me da gusto, ¿listo para esta nueva aventura?- 

- No claro que no, apenas llegue y el tarado de Eric ya me ha pegado- Tom era amable sin embargo su físico no le ayudaba mucho a pasar desapercibido. Era un chico de 1.65m, algo gordo, con lentes, cabello negro y rizado, cachetón, tes clara.  Yo en cambio medía 1.75m, no era no delgado ni gordo, un punto medio, tenía el cabello castaño y corto y era igualmente de tes clara. 

- No digas eso, ese bastardo ¿Cuándo dejara de molestarnos?- estaba enojado, Eric siempre era el bravucón, nunca dejaba a nadie en paz, contaban los rumores que una vez noqueo a un chico 3 años mayor que él, ¿si lo creía? Claro, era demasiado alto para tener 17, tenía músculos en los músculos y para todas las chicas era el más guapo. Si me lo preguntan solo era un idiota con suerte y buena genética. 

- No sé, pero lo mejor será que nos escondamos con los demás porque no tardaba en llegar- 

Eso hicimos, Tom y yo nos reunimos con los demás miembros de la pandilla. 

- Hola a todos- dije entusiasmado de volverlos a ver. La pandilla se conformaba de:

Carlos, de 1.70 m, tes morena, cabello largo, musculoso, amable y carismático.

Oscar, nunca puede faltar un Oscar en el grupo de amigos, creo que no debo ni describirlo, es el mas loco, el que saca los desafíos enfermos y siempre hace preguntas incómodas.

Mariana, una chica de tes clara, rubia de cabello largo, usaba lentes y medía 1.68 m. Ella era muy bondadosa, decía jugar videojuegos pero... yo diría que muchos de los que juega son más para niños que otra cosa, sin embargo tenía un gran corazón y por eso nunca la criticábamos sobre eso. 

- Hola Leo- Dijo Oscar- ¿Cómo estuvieron tus vacaciones?- 

- Todo tranquilo, ya sabes igual que todos jugando videojuegos- sonó la campana para formarnos-   Bueno a empezar con esto. 

- Oye Leo- se acerco Mariana- ¿es cierto que perdiste ese torneo apropósito?- 

- ¡¿QUÉ?! ¿Quién te dijo eso?- 

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