One Shot

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Jimin se despertó con una gran sonrisa en su rostro esa mañana. Jungkook ya se encontraba trabajando en su estudio desde más temprano.

Luego de desayunar juntos, Jimin estaba emocionado mientras se preparaba para su viaje de trabajo del día.

—¿Crees que esto esté bien, Kookie?— preguntó Jimin, mostrando su ropa a Jungkook, quien apenas levantaba sus ojos de la computadora, cubiertos por sus lentes.

—Te ves perfecto, amor— respondió Jungkook distraídamente, prestando poca atención, absorto en su trabajo.

Para Jungkook, todos los atuendos que se colocara su novio eran perfectos para él, y esta vez no era diferente.

—Nos vemos más tarde, Kookie,— dijo Jimin con un beso en los labios antes de salir por la puerta.

—Que tengas un buen día, bonito— le dió una ligera palmada en los glúteos, logrando sacarle una reacción de asombro y luego una sonrisa a Jimin

Estaban acostumbrados a que Jimin cada cierto tiempo deba viajar a otra ciudad por trabajo. Jungkook trabaja como diseñador gráfico independiente. Se dedicaba a crear diseños para diversas empresas quienes contratan su servicio y también proyectos para emprendimientos, trabajando desde casa en su propio estudio. Su pasión por el arte y la creatividad que poseía era reconocida y elogiada por sus clientes.

Por otro lado, Jimin trabaja como consultor de viajes en una agencia especializada en destinos internacionales. Su trabajo consiste en ayudar a los clientes a planificar y organizar sus viajes soñados, brindándoles recomendaciones personalizadas y un experto asesoramiento. Debido a esto, Jimin viaja de vez en cuando para explorar nuevos destinos y mantenerse actualizado sobre las tendencias en la industria del turismo. Su gran carisma le permitía empatizar muy bien con los clientes y no había una sola persona que se haya quejado de su atención.

Al terminar su jornada laboral, Jimin decidió dar un paseo por el vecindario para espabilarse un poco, aprovechando el clima. Sin embargo, casualmente, se encontró con Yoongi en la calle, su mejor amigo a quien hacía tiempo no veía por sus ocupaciones.

—¿Jimin? ¡Qué gusto verte! ¿Cómo has estado?— preguntó Yoongi, ofreciéndole una sonrisa amigable.

Yoongi llevó a Jimin a su casa y claro que Jimin estaba emocionado por la perspectiva de pasar tiempo con su amigo, aceptó la invitación y siguieron juntos hacia el departamento de Yoongi.

Al entrar al acogedor departamento, la conversación fluyó mientras compartían recuerdos de la infancia y anécdotas de sus años de adolescencia. Cada historia evocaba risas y sonrisas, recordándoles la profundidad de su amistad a lo largo de los años.

Entre risas y anécdotas, el tiempo pareció volar, y pronto se dieron cuenta de que habían pasado horas inmersos en sus recuerdos compartidos. Jimin, sorprendido por lo tarde que era, se levantó de repente.

—Oh, ¡no puedo creer que sea tan tarde! Tengo que volver a casa antes de que se haga de noche — exclamó Jimin, mirando sorprendido su reloj.

—No te preocupes, Jimin. Déjame acompañarte a la puerta — dijo Yoongi, levantándose del sofá y caminando hacia la entrada.

—¡Espera un momento! ¡Este momento merece ser inmortalizado!— dijo Yoongi. sacando su teléfono para hacerse un video junto Jimin.

Jimin pensó que era una foto pero se sorprendió cuando vio que se trataba de un video. Yoongi apagó el video y ambos rieron por el momento espontáneo antes de sacarse una foto también. Aunque sabía que tenía que irse, el calor de la amistad y la nostalgia lo envolvieron, haciendo desear que la noche nunca terminara.

Confianza | JiKook OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora