Capítulo 9

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Se dice "Los personas, son envidiosas que incluso pueden hacer daño incluso a su propio hermano",

Era de noche en la casa de la familia Loki, pero no estamos dentro de la cede de la diosa del engaño, la razón cierto "miembro" de la familia Loki, estaba en el jardín de dicho recinto, su cara no era de alegría y satisfacción que en otros multiversos, este tenia la cara de total tristeza, se podía ver que su cuerpo tenía vendas ensangrentadas, por todo su cuerpo, cabe recalcar que dichas vendas, estaban mal colocadas como si alguien, sin experiencia hubiera hecho ese trabajo, pero dicho peli blanco, no era un humano, no elfo, era lo que se denomina mestizo, era un semi elfo, su raza lo despreciaba , pero mejor nos interesa el semi elfo

Bell: (temblando) ¿ Que frio? (pregunta para si mismo) no, tengo nada para comer...................(con lagrimas) seguro que ellos habrán dejado algo de comida en las basuras y.........

No acabo de decir nada por que recibió un golpe en toda la espalda, hizo que chocara contra la pared que limitaba, la propiedad de la familia Loki , a la de la calle

Bell: (jadeando) ¿Por qué...? (se pregunta con lágrimas en los ojos) ¿Qué les he hecho...?

Uno de los atacantes, un elfo de cabello dorado y expresión cruel, se acercó con una sonrisa despectiva.

????: (riendo) ¿Qué nos has hecho? ¡Existir es suficiente! Mestizos como tú no deberían ni respirar el mismo aire que nosotros.

Bell intentó levantarse, pero otro elfo, más alto y robusto, lo pateó en el estómago, derribándolo de nuevo.

????: (con desprecio) Deberías haberte quedado escondido, Bell. Nadie te quiere aquí. Ni siquiera tu propia madre.

Las palabras de su atacante golpearon a Bell más fuerte que cualquier puño. Intentó arrastrarse hacia la pared, buscando algún tipo de refugio, pero otro elfo lo tomó por el cabello y lo obligó a mirarlo a los ojos.

????: (con frialdad) ¿Esperabas que Loki te protegiera? ¿O que alguien de esta familia te aceptara? Eres un error, Bell. Un monstruo que no merece vivir.

Bell: (sollozando) Yo... sólo quiero... (su voz se quiebra mientras intenta hablar)

Antes de que pudiera terminar, el elfo que lo sujetaba le dio un puñetazo en la cara, haciendo que su cabeza golpeara contra la pared de piedra. Bell sintió el sabor metálico de la sangre en su boca y todo a su alrededor comenzó a desvanecerse.

????: (riendo mientras lo golpea) ¡Míralo! ¡Apenas puede mantenerse consciente! Qué patético.

????: (mirando con burla) Vamos, Bell, pelea. Muéstranos lo fuerte que eres. O, ¿es que realmente eres tan débil como pareces?

Bell intentó levantarse una vez más, sus manos temblaban mientras se apoyaba contra la pared. Sabía que cualquier resistencia solo provocaría más violencia, pero no podía evitar intentar protegerse, aunque solo fuera por instinto.

Bell: (con voz débil) Por favor... deténganse...

????: (sonriendo con crueldad) ¿Detenernos? Apenas hemos comenzado.

Los tres elfos se turnaron para golpear a Bell, pateándolo mientras estaba en el suelo, burlándose de su debilidad, de su sangre mezclada. Cada golpe que recibía lo hacía sentir más pequeño, más insignificante. La noche fría lo envolvía, y el dolor físico se mezclaba con la humillación y el desprecio que lo rodeaba.

Finalmente, después de lo que le pareció una eternidad, los elfos se detuvieron. Uno de ellos escupió en el suelo al lado de Bell antes de marcharse.

Elfo 1: (con desdén) Quédate ahí, Bell. No intentes seguirnos. No sobrevivirías otra ronda.

Bell, sangrando y apenas consciente, se quedó tirado en el jardín, su cuerpo temblando por el dolor y el frío. Lágrimas de impotencia se mezclaron con la lluvia que comenzaba a caer, lavando la sangre de su rostro pero no el profundo dolor en su corazón.

Dammachi:   El brillo de la BellezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora