Capitulo 2Los rayos del sol se colan entre las cortinas, dibujando franjas doradas en el piso de madera oscura, las paredes de color negro tienen estantes con libros y portarretratos vacíos. Esta no es mi casa.
Me froto la cara con las manos y echo un vistazo a la cama donde estoy acostada.
Esta tampoco es mi cama, las fundas son azul oscuro y es muy grande como
para ser mía.Levanto la sabana lentamente ya que me siento descubierta y veo que estoy solo en bragas.
¿Qué?
Algo se remueve a mi lado y suelta un gemido mañanero, asustada me levanto de golpe. No tengo puesto mi brasier.
¿Me abran violado? ¡Es posible que la halla perdido...!
Oh por dios tengo que salir de aquí ahora mismo.
Tomo la sabana con cuidado y destapo a la persona que se encuentra dormido plácidamente a mi lado. Es un hombre de unos treinta y algo de años, está completamente desnudo.
¡Me violo un viejo!
¡ME VIOLARON!
Tiro de la cobija rápidamente para tapar mi busto y asustada me bajo lentamente de la cama, ¿Y si se despierta y me encierra en el baño? ¿Y si me obliga a hacer cosas indebidas? Por dios soy solo una adolescente de dieciséis años y ni siquiera he tenido mi primer novio, mi mama me va a matar cuando se dé cuenta de que tuve una aventura con un viejo... espero que entienda que fue contra mi voluntad.
Busco mi ropa por el piso, pero solo encuentro una blusa que no es mía aunque es de mujer, trato de ponérmela pero mis manos están temblando como locas por el miedo, creo que está haciendo más calor comienzo a sudar como un puerco. Camino lo más rápido que puedo hasta una puerta que hay al lado de la cama, en cuanto la abro me doy cuenta que es un baño, voy rápidamente hasta el lavamanos y abro el grifo mojándome la manos para después pasármelas por la cara.
Levanto la vista para verme en el espejo, tengo el cabello rubio hecho un desastre...
Esperen... ¡QUE!
Yo no tengo el cabello rubio, ¡Yo no soy rubia!
Paso mis manos por mi cara inspeccionándola, ¡Esta no soy yo!
Los ojos azules, la boca fina y rosada, el cabello claro, las arrugas en las comisuras de los ojos y en las líneas de expresión, me... me veo mayor.
-Mama...- escucho a mi lado, en la entrada se encuentran Sophie y... yo.
Sophie tiene el ceño fruncido y la cabeza ligeramente inclinada, luego me veo a mí, mi verdadera cara. Lagrimas salen de sus ojos... o mis ojos, la verdad es que estoy confundida.
Me empiezo a gritar, de pronto ya no estamos en el baño, ni con ese viejo, estamos en la cocina de mi casa, justo como la otra noche, solo que me veo a mi misma frente a mí.
-Mama mírame...- levanto la vista.
-Dime la verdad, te fuiste otra vez con algún tipo ¿cierto?- se va acercando hacia mí.
Yo todo lo que puedo hacer es negar, ya que no es cierto, ¡Esta no soy yo!
-Amber soy tu, no soy tu madre, esto se está saliendo de control- le digo tratando de que me entienda.
-Amber nada, te fuiste y dejaste a Sophie...
-¡Amber soy tu! ¡Escúchame!- las lágrimas comienzan a derramarse, dibujando caminos húmedos por toda mi mejilla, ¿Cómo no puede entenderme?