XIV

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Cristales.

Causan en mi corazón malabares.

Me recuerdan a ti y tu extraña presencia en bares.

Odio los bares.

Odio el alcohol.

Pero pensando en su efecto es mejor.

Pastillas que aumentan mi dopamina.

Alcohol que acelera mi corazón.

Y pensamientos que solo rompen nuestra unión.

Odio las mentiras más que a nada.

Pero como desearía que dijeras ser mi amada.

Pretende que me quieres.

Y yo pretenderé que no me duele.

Nuestro amor es como un corazón latiendo.

Un corazón que ama estarse escondiendo.

Sus latidos disminuyen.

De nosotros huye.

Muere lentamente, arrebatandome mi felicidad latente.

Es una mala idea el llamarte.

Pero ya no puedo esperarte.

Mi garganta arde.

Mi cuerpo está cansado.

Ese es el precio de intentar olvidar el pasado.

Tomo hasta más no poder.

Tomo hasta olvidar lo de ayer.

Solo busco un culpable.

Y al mirarme al espejo la respuesta es indudable.

Yo soy el culpable...

El mirarme se ha vuelto desagradable.

No debería.

No debería tener tu número aún.

No debería estár a punto de llamarte.

Ahora mismo soy un desastre.

Pero eso no me impide amarte.

Empiezo a llamarte deseando no contestes.

Lo que diré te hará escapar.

O regresar.

O colapsar...

Lo más seguro es que vaya a fracasar.

Pero no puedo parar estás ganas de pronto tus labios besar.

Contestas y todo en mi se acelera.

No te permito hablar pues eso lo va a estropear.

Lo digo sin chistár.

Sin pensar ni razonar.

Después de todo...

Quizás y te logre volver tentar.

—Te quiero.

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⏰ Última actualización: Sep 21 ⏰

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