Con Rabia

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No sé por que me pone tan cachonda pensar en que te estoy jodiendo un poco la vida. Cada vez que te molestas por algo que hago y te aseguras de que me entere, cada vez que te veo cabreada porque las cosas no te están saliendo como quieres, cada vez que me ves con la mayor repulsión porque tengo amigos y conexiones que desearías que no tuviera que de alguna manera están relacionadas a ti, te juro que tengo mil orgasmos cerebrales en ese momento.

Ya estoy consciente de que me odias un montón, cosa que me parece realmente injusta, y que no vas a cambiar de opinión por más que intente deshacerme en excusas y pedirte perdón. Para el récord, no me parece que nada de lo que te he hecho ha sido tan grave para que reacciones de esta manera. Estoy segura de que lo que te toca el ego es que una persona no haga lo que a ti te sale del culo, y eso es muy problema tuyo.

No entiendo por qué no puedes poner en perspectiva todas las putadas que has hecho y que la mayoría de las cosas que yo he hecho han sido una respuesta a tus malas acciones. Te intentaste aprovechar de mi amor y mi confianza para tu beneficio, me hiciste mil dramas cuando intenté poner límites en nuestra relación profesional, me insultaste de una y mil maneras, minimizaste mi trabajo y nunca tomaste en serio mis logros, buscaste hacerme daño de las formas más retorcidas que me hubiese podido imaginar.

Has sido muy cruel conmigo, pero me doy cuenta, poniendo todo en perspectiva un poco, que desde el principio nunca me quisiste, solo querías vivir mi vida y tener mis cosas y eso es lamentable, porque yo honestamente te amaba y quería lo mejor para ti. Pero todo el mundo me dice que se nota a kilómetros la envidia que me tienes y en serio me pone muy triste que veas de esa manera nuestra relación.

No te importó nunca lastimarme porque tienes cero empatía por mis sentimientos y la forma en la que te comportas me hace más bien preguntarme si es que sientes empatía por alguna persona. Cuando te llamé narcisista es porque en serio creo que lo eres, clínicamente hablando, o que tienes algún trastorno chungo de la personalidad, porque honestamente encuentro de otra forma imposible racionalizar tu comportamiento. Y cuando te digo que tienes que buscar ayuda tampoco te lo digo para insultarte o para ponerme en una posición de superioridad, porque yo estoy consciente de que yo tampoco soy la persona más estable mentalmente hablando, sino porque en serio pienso que a menos que vayas a un puto psiquiatra y te comiences a tomar pastillas para estabilizarte el cerebro no vas a poder avanzar en tu vida.

También me parece increíble la falta de sororidad que has tenido en todo este tiempo. Me da mucho asco descubrir que eres el puto cliché de mujer que odia a otras mujeres porque ella "no es como las otras" y "se lleva mejor con los chicos", como si eso te salvase eventualmente de que te traten como un objeto y le den mayor importancia a tenerte en el trabajo solo por querer follarte o porque eres guapa. Es una puta mierda, y en serio querría decirte que no es así porque todas nos merecemos que nos respeten y valoren por quienes somos y no por cómo nos vemos, pero desde afuera es tal y como se ve, en especial cuando te llevan a esos meetings con dueños de compañías to' importantes e inalcanzables que lo que son es unos viejos verdes asquerosos que disfrutan tener gente lamiéndoles las bolas para levantarse el autoestima.

En conclusion, y con todo el dolor de mi corazón, lamento decirte que eres un puto jarrón de adorno para la mayoría de nuestros colegas y que le caes malísimo a muchísima gente. Y yo no digo que un poco me pase lo mismo, y que la razón por la que me tomen más en serio es porque soy "la esposa de...", pero al menos yo no voy por la vida odiando mujeres, creyendo que son competencia para mí, molestándome cuando triunfan ellas en vez de mí, ni queriendo follarles el marido sin consideración alguna (que, ya, tía, deja de encapricharte con hombres casados y de querer tener algo platónico con ellos para sentirte especial, que esto está muy mal).

Se me hace muy lamentable cómo te tratan y manipulan, te lo he intentado decir pero pasas de mí de manera olímpica porque crees que te estoy juzgando o quiero controlar tu vida. Créeme, esto va a ir de una u otra forma: o te van a follar y se van a olvidar de ti, y vas a sentir un montón de asco luego por haber caído tan bajo, o se van a dar cuenta de que no tienen oportunidad contigo y también se van a olvidar de ti y buscarse una nueva víctima, lo cual también te va a hacer sentir pésimo. En cualquiera de los casos, te vas a sentir de la mierda, pero como eres la persona más necia y obstinada del mundo, no importa qué tan bajo caigas, nunca vas a reconocer que alguien más tenía razón. Pero yo voy a estar ahí, guapa, porque lo nuestro va para largo, y no te va a quedar de otra que admitirlo.

De verdad las últimas veces que te he visto me ha parecido que no te gustaba la vida que estabas viviendo, parecías confundida, molesta y triste (más allá de que quieres hacer evidente que me odias cuando estoy cerca). La verdad lamento todo lo que te ha pasado y todos los traumas que todavía cargas y los ciclos tóxicos que sigues repitiendo.

Sin embargo, a este punto tampoco me importa joderte la existencia cuando pueda. No voy detrás de esa agenda, porque es desgastante tenerte en mi mente tanto tiempo, pero si se presenta en el medio de mi camino la oportunidad, no me voy a quejar. Te voy a ser sincera: sé exactamente lo que te molesta de mí, sé cómo te sientes aunque intentes ocultarlo, sé que me tienes unos celos increíbles porque además de tener una mejor posición económica y social que tú, y un montón de carisma para atraer la atención de la gente, puedo ser abiertamente frívola, guapa, un poco lesbiana y drogata, y sudármela olímpicamente de lo que piensen los demás y tú no. Tú te tienes que partir el culo trabajando, sola, con todo el mundo tratándote como una cucaracha, y con ese gesto de que tienes un palo en el culo, juntándote con un grupo de gordos perdedores que parecen estar acechándote para poder emborracharte y llevarte a la cama, si es que no lo han hecho ya. Qué grima me da toda la situación.

Aun así, cuando te veo esa cara de muñequita que tienes conteniendo la ira y las ganas de hacer una pataleta porque estoy respirando tu mismo aire, uf, es que no sabes cómo lo disfruto. Me encantaría que estuviésemos solas y hacerte enojar al punto de que me termines dando un puñetazo, te lo juro que es mi nueva fantasía sexual.

Que conste que no es la única fantasía que he tenido contigo, eh, pero es la que más me pone a tope ahora que estamos en esta onda de odiarnos a muerte. Yo solo quiero verte perder el control, quiero que grites, que llores, que sueltes toda la ira contenida que tienes en mi contra, que el enojo no te deje pensar por un momento. Si no follamos en medio de eso, al menos te aseguro que va a ser una experiencia increíblemente liberadora para ambas.

Y que lo sepas, me he vuelto cruel porque me has vuelto cruel. No niego que te odio un poco por eso, porque me da mucha grima sentirme así por alguien. En serio, me has llevado al límite con tus putadas, al punto de sentir un completo desdén por tu existencia.

Te quiero recordar que tus fracasos son culpa tuya y de tu personalidad de mierda. Que la vida infeliz que tienes en este momento es tuya y es tu responsabilidad, de nadie más. Estoy hasta los ovarios de que quieras proyectar tus mierdas en los demás y trasladar la culpa a otros, cuando muy en el fondo tú sabes que el problema eres tú.

Además, estoy un poco cansada de tu actitud de mierda pretendiendo que nada de lo que tuvimos fue verdad, cuando claramente tú sí te sentías atraída hacia mí y quizá hacia mi marido. Jódete, las cosas como son: te gustaba una pareja, eres una pervertida que se quería follar a un tipo y a una tipa al mismo tiempo. Dejaste que mi marido te dijese cuánto fantaseaba con follarte, dejaste que te contase cómo nos habíamos follado a otras chicas antes, me veías las tetas, me veías muchísimo en general, ¿por qué tenías tanto interés, guapa? Ni tú te lo puedes responder sin morirte de la vergüenza. Que luego tus putas trabas mentales te hayan hecho entrar en estado de pánico y negación absoluta no significa que no haya pasado. Acepta tus mierdas. Los tres sabemos que sí pasó, y de tu mente y de las fantasías que probablemente tú también tuviste no vas a poder escapar, por más que ahora nos rechaces a tope para convencerte a ti misma de esta patética mentira.

Para concluir, solo puedo decir que en algún momento espero que esto deje de afectarme porque no mereces tener ese control sobre mi vida. Mi atención ha sido lo más valioso que conseguiste en este año, espero que la hayas aprovechado para subirte un poco el autoestima. Yo sé que te volveremos a encontrar, yo sé que tendremos más movidas contigo a menos que decidas huir y desaparezcas de la faz de la tierra, un poco como siempre haces.
Prometo chequearte cuando estés por cumplir los cuarenta, a ver si has tenido un momento de reflexión personal para darte cuenta que lo mismo y te mueres en cualquier momento y que lo que nosotros te proponíamos era realmente una buena oferta: amistad, buena vibra, orgasmos, hacer dinero y viajar.

Por ahora, digo hasta luego. Mi último acto es sacarte de mi sistema y aprender a no repetir este ciclo con nadie más. Me seguirás viendo triunfar cada vez más. Quédate allí, guapa, hablamos cuando estés más tranquila.

Te quiero (follar, siempre).

Cartas a Una Mentirosa (LGBT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora