Alicia caminaba por el mercado del pueblo, su cabello castaño oscuro cubierto con un pañuelo, cuando sintió una mirada fija en ella. Levantó la vista y se encontró con los ojos de hielo de Zackiel, el noble general que había llegado al pueblo con su ejército.Zackiel la miró con una intensidad que hizo que Alicia se sintiera desnuda, pero no apartó la vista. Algo en su interior la impulsó a sostener la mirada, a desafiar al poderoso general.
Y en ese momento, Zackiel supo que la quería. Quería poseerla, controlarla, y destruirla. Pero Alicia, con su sonrisa inocente, no tenía idea del infierno que se avecinaba...Zackiel se acercó a Alicia, su presencia imponente haciendo que los demás se apartaran. "¿Cómo te llamas?" preguntó con una voz baja y profunda.
Alicia se sintió intimidada, pero no quería mostrar miedo. "Me llamo Alicia", respondió con una voz firme.
Zackiel sonrió, su sonrisa fría y calculadora. "Encantado, Alicia. Yo soy Zackiel, el general del ejército real".
Alicia sintió un escalofrío al escuchar su título, pero no se dejó intimidar. "Un placer", respondió con una inclinación de cabeza.
Zackiel la miró fijamente, como si tratara de ver a través de ella. "Me gustaría hablar contigo en privado, Alicia. Hay algo que quiero discutir contigo".
Alicia se sintió incómoda, pero no quería parecer débil. "Está bien", respondió, siguiéndolo a una habitación privada en la parte posterior del mercado.
Una vez dentro, Zackiel cerró la puerta y se acercó a Alicia. "Quiero que sepas que te he estado observando", dijo con una voz baja y peligrosa. "Y me gustaría que fueras mía".
Alicia se sintió atrapada, pero no quería mostrar miedo. "No soy un objeto que puedas poseer", respondió con una voz firme.
Zackiel sonrió, su sonrisa cruel. "Oh, pero sí lo eres", dijo, acercándose más. "Y pronto lo descubrirás".Alicia intentó retroceder, pero Zackiel la agarró por la muñeca, impidiéndole moverse. "No te resistas", susurró, su aliento frío en la oreja de Alicia. "Soy un hombre que obtiene lo que quiere, y te quiero a ti".
Alicia se sintió atrapada, pero no quería rendirse. Comenzó a manipularlo y a hacerle creer que estaba interesada en él. "Y qué es lo que quieres de mí, general?" preguntó, intentando sonar seductora.
Zackiel se sorprendió por su respuesta. "Quiero que seas mi compañera", respondió, su voz llena de deseo. "Quiero que estés a mi lado en todo momento".
Alicia sonrió, intentando ocultar su verdadero plan. "Y qué obtendría yo a cambio?" preguntó, intentando sonar interesada.
Zackiel sonrió, creyendo que tenía la sartén por el mango. "Obtendrías todo lo que quieras", respondió. "Riquezas, poder, protección. Todo lo que desees".
Alicia asintió, intentando hacerle creer que estaba de acuerdo. Pero en realidad, estaba planeando su próximo movimiento, planeando cómo escapar de la trampa que Zackiel le había tendido.
Alicia sonrió, intentando ocultar su verdadero plan. "Entonces, acepto tu oferta", dijo, extendiendo su mano para sellar el trato.
Zackiel la miró fijamente, su mirada llena de deseo y posesividad. "Excelente", dijo, tomando su mano y besándola.
Alicia se estremeció al sentir sus labios fríos en su piel, pero no se apartó. Sabía que tenía que jugar el juego de Zackiel si quería sobrevivir.
"Mañana, te enviaré un carruaje para que te lleve al castillo", dijo Zackiel, soltando su mano. "Prepárate para tu nueva vida, Alicia".
Alicia asintió, intentando ocultar su miedo. Sabía que estaba entrando en la boca del lobo, pero estaba decidida a sobrevivir.
Y con eso, Zackiel se dio la vuelta y se marchó, dejando a Alicia sola en la habitación. Pero Alicia no estaba sola por mucho tiempo. En su mente, ya estaba planeando su escape, su venganza.
"Jugaré tu juego, Zackiel", susurró para sí misma. "Pero no te asegures de ganar".
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Bajo El Yugo De La Oscuridas
Short StoryEn un reino donde la oscuridad y el poder se entrelazaban como una maldición, Alicia, una joven campesina de ojos verdes como el bosque, vivía una vida simple pero llena de secretos. Su belleza era como un faro que atraía a los depredadores, y Zacki...