🌹Capitulo 1🌹

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Sam:

Era una mañana tranquila. Me levanté e hice mi rutina habitual: me duché y me arreglé para la escuela. Al salir de mi habitación, me encontré a mi hermano menor, Alexander. Lo saludé de costumbre y lo mandé a que se terminara de arreglar para la escuela. Después, me dirigí al comedor a desayunar. Allí se encontraban mis padres; entre ellos, ha habido una tensión desde hace unos años, para ser más específica, desde que murió mi hermana mayor, Valentía.

Sam: Buenos días, mamá, papá.

Isabel: Buenos días, cariño. ¿Cómo amaneciste?

Sam: Bien, ¿y tú?

Isabel: Igual.

Volteo a ver a mi padre, quien solo se mantenía callado y no decía nada. Él y yo no hablamos casi desde lo de Valentía. Él me miró con su típica mirada seria y distante. Preferí ignorarlo y sentarme a desayunar.

Unos minutos después, mis dos hermanos bajaron: Sebastián y Alexander se sentaron y se unieron a desayunar. Había una tensión en el ambiente que era muy notoria. Mi madre decidió romper el hielo.

Isabel: Y díganme, ¿cómo les va en la escuela?

Sam: Bien, supongo —dije sin quitarle la vista a mi plato.

Isabel: Entiendo... Y a ti, Sebas, ¿cómo te va en el trabajo?

Sebastián: Bien, pero debo irme; voy tarde. Samara, ¿irás sola o quieres que te dé el aventón?

Sam: No te preocupes, me iré con Sofi hoy.

Sebastián: De acuerdo. Alexander, vamos que hoy te llevo a la escuela.

Alexander: Okey. Adiós, papá. Adiós, mami.

Isabel: Adiós, mis amores.

Como siempre, mi padre no dijo nada.

Mientras caminaba hacia la casa de Sofi, no podía evitar sentirme observada, pero no veía a nadie alrededor. Seguí caminando hasta llegar a casa de Sofi. Toqué la puerta y me abrió la mamá de Sofi, la señora Rosa.

Sam: Hola, señora Rosa. ¿Sofi ya está lista?

Rosa: Hola, Samara. Sí, ya está lista; deja que la llamo. ¡Sofia! ¡Samara ya está aquí!

Sofia: Voy.

Me quedé un rato charlando con la señora Rosa mientras Sofi bajaba. Cuando bajó, nos despedimos de Doña Rosa y nos fuimos hacia la escuela riendo mientras hacíamos chistes.

Al llegar a la escuela, todo parecía normal, pero seguía con esa misma sensación de que me observaban. Traté de ignorarlo.

Ambas entramos a la escuela; mientras caminábamos por los pasillos, no podía evitar notar esas miradas de miedo de mis compañeros, pero preferí ignorarlos.

Estaba en mi primera clase. Al voltear hacia la ventana, pude notar un auto sospechoso que parecía espiarme; no podía ver bien quiénes estaban dentro y eso no me daba buena espina.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el timbre para el receso. Salí del salón junto con Sofi y le conté sobre lo que me preocupaba.

Sam: Creo que me están siguiendo.

Sofia: ¿Por qué dices eso?

Sam: Pues noté un auto estacionado justo fuera de la escuela mirando hacia el salón; creo que me mira a mí.

Sofia: ¿Crees que sean policías o... rivales de tu papá?

Sam: No lo sé. Espero que no sea ninguno de los dos.

Sofia: O veámoslo desde otro punto de vista; quizás solo era un auto estacionado y ya.

Sam: Ese es un buen punto. Creo que solo estoy algo paranoica.

Sofia: Bueno, vamos al receso. Quiero ir a ver a Camilo en su práctica de fútbol.

Sam: De acuerdo, vamos para que puedas ver a tu Camilo.

Nos reímos y fuimos a ver a los chicos practicar fútbol.

Pov Dante:

Mi compañera y yo tuvimos la misión de vigilar a la hija de Moretti, Samara. La estuvimos vigilando desde que fue a buscar a su amiga hasta la escuela. Decidimos estacionarnos en un lugar para seguir observándola. No pude evitar distraerme con la belleza de la chica, pero fui sacado de mis pensamientos por la voz de mi compañera Laura.

Laura: Creo que se dio cuenta.

Dante: ¿Qué?

Laura: Sí, está empezando a sospechar; deberíamos movernos de lugar para no llamar más la atención.

Dante: De acuerdo.

Arranqué el auto para buscar otro lugar donde seguir vigilando a Samara sin levantar más sospechas.

Pov Sam:

Durante todo el día ya no vi más ese auto y eso me tranquilizó. En la salida de la escuela estaba esperando a Sofi, pero ella no llegaba. Eso me preocupó al principio, pero recordé que ella me dijo que iría a hablar con el profesor de física.

Duré un rato esperándola, pero no salía hasta que recibí un mensaje de Sofi diciendo que se tardaría más y que me fuera sola. Yo solo le respondí con un "okey" y me fui a mi casa.

Mientras caminaba, sentía que era perseguida; volteé y vi a dos tipos siguiéndome. Apreté el paso, pero los tipos estaban cada vez más cerca, entonces empecé a correr.

Hombre: ¡Vuelve aquí, niña Moretti! Nos darán una gran recompensa por ti.

Sam: (Mierda).

Seguí corriendo; traté de perderlos, pero seguían detrás de mí. Decidí usar las habilidades de defensa personal que mi padre me enseñó.

Sam: Ok, vengan aquí, idiotas.

Hombre 1: Esto será muy fácil. Saca una navaja de su bolsillo.

Sam: No será fácil.

Me abalancé sobre ellos para tratar de golpearlos; evité al que tenía la navaja. Le di un golpe en la entrepierna a uno y volví a correr.

Corrí hasta que por fin los perdí; estaba agotada y me disponía a ir a casa cuando volví a ver ese auto cerca de la escuela.

Sam: (Agh, todavía me están siguiendo. Debo tomar otra ruta).

Me desvié asegurándome de perder ese auto. Cuando noté que ya no me seguía, fui corriendo a casa para evitar que me volvieran a perseguir. Caminé varias horas, pero por fin llegué a casa.

Pov Dante:

Dimos varias vueltas para no levantar más sospechas; cuando volvimos a la escuela notamos que ya habían acabado su jornada.

Laura: Hay que dar una vuelta por el área; hay que localizarla.

Yo solo asentí y arranqué el auto. Duramos unos minutos buscándola cuando por fin la encontramos; ella se veía agotada, pero no le di importancia. Laura y yo notamos que nuevamente notó nuestra presencia y tomó otro camino. Tratamos de seguirla, pero se fue nuevamente.

Laura: Demonios, ¿ahora dónde se habrá ido?

Dante: Volvamos a la estación y pasemos el informe.

Laura: De acuerdo.

El trayecto hacia la estación fue tranquilo, pero no podía evitar sentir la mirada de Laura sobre mí.

Una vez llegamos a la estación, yo fui enseguida a mi oficina para hacer el informe, pero en eso Laura me detuvo.

Laura: Dante, no te preocupes; yo me encargo de hacer el informe. Tú descansa.

Dante: ¿Estás segura?

Laura: Sí, yo me encargo; no te preocupes.

Dante: De acuerdo, Lau.

Laura se dirigió a su oficina para hacer el informe; yo aproveché para organizar unos papeles que tenía.

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⏰ Última actualización: Sep 14, 2024 ⏰

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