II

122 13 1
                                    

<♡>

La estruendosa carcajada desvergonzada de su menor se estrelló contra la habitación rompiendo con la insoportable tensión que se formó y Jeongyeon presionó los párpados ante la expresión rojiza y avergonzada de su incómoda novia.

—¿No has tenido una experiencia anal? ¿Nunca, nunca? ¡Oh vamos, Unnie! —Se burló Jihyo y Nayeon presionó la mandíbula con los dientes en presión, que le daban la credibilidad a sus suposiciones.

—No todos gustan de esas actividades, Hyo. —Gruñó la mayor, corriendo la mirada, para dar más diversión de su amiga.

—Nadie que haya disfrutado de buen sexo anal diría algo similar, Nayeon… —Le señaló Jihyo, con irónico y divertido desapruebo.

—¿Y qué? ¿Acaso tú eres la experta aquí, o cómo? —Reprochó la pelirroja de la habitación evidenciando su molestia.

—No lo sé, pregúntale a mi esposa… —No tardó en responder Jihyo a su desafío, casi que de inmediato.

—¡Jihyo-ahg! —se quejó una apenada Momo, volteando los ojos ante la risa nerviosa de Jeongyeon, quien no pudo con su genio al burlarse del espontáneo rubor que invadió a la nipona de la habitación.

—¡¿Qué?! ¿O acaso estoy mintiendo, cariño? —Jihyo le guiñó un ojo a su esposa y ésta tragó con nerviosismo y una risilla nerviosa se escapó de sus labios. No podía con el jodido genio de su entrometida y muy amada esposa.

Algún momento antes de que la pareja de intrusas dejara su casa, Momo se sentó junto a la pensativa y malhumorada Nayeon.

—¿Tienes miedo? —preguntó Hirai, intentando acercarse a una tensa Nayeon.

—¿De qué? —lanzó la mayor con pocos ánimos.

—Ya sabes, creo que Zyo te descubrió sin quererlo…

—Tu esposa es una entrometida con talento de vieja chismosa. —Se quejó Nayeon en confianza con su mejor amiga, quien aceptó sus palabras de inmediato.

—Lo sé y es jodidamente sexy también, una mezcla explosiva. —admitió una orgullosa Momo, haciendo reír a su amiga, quien admiró lo enamorada que estaba la nipona de su esposa.

—¿Acaso es común, Momo-yah? —preguntó una agobiada Nayeon.

—Es más común de lo que crees… —Suavizó la menor.

—¿Y si me hace daño? No quiero caer en el hospital o tener que llamar a emergencias, eso sería muy vergonzoso.

—¿Qué diablos crees que te harán? —carcajeó la pelinegra, con una risilla burlesca.

—Es un área muy sensible, Momo, además ¿Qué tiene de divertido meterse cosas en el trasero? 

—El interior del ano es un área constituida por nervios, Unnie, si se recibe un trato correcto y responsable, puede ser una práctica bastante, hum… intensa. —advirtió la menor, aunque aquello con la voz más queda y Nayeon se ruborizó.— ¿No lo has hecho siquiera una sola vez?

—Jeongyeon, ella… 

—¿Y se sintió bien? ¿Te hizo daño? —Se preocupó ahora la japonesa.

All my First Time || 2Yeon TSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora