Era una noche como cualquier otra, laluna brillaba con intensidad, luces en la calle provenientes de distintas partes, los distintos departamentos de los edificios, los automóviles, luces que alumbraban a los conductores y a las personas en general.
Es una lástima que no todo brillaba esa noche...
En un oscuro departamento de la ciudad de Bogotá residía un jóven de 36 años, mientrss que la Luna brillaba con los propia, la luz del mencionado jóven se apagaba lentamente. Lágrimas cayendo en sus mejillas, ropa ligeramente empapada por la recientes lágrimas y aproximadamente 3 botellas de whisky vacías, casi por la cuarta.
Ahí estaba él, ese chico de cabello rizado y hoyuelos, pero estos no se notaban, ¿cómo podrías verlos? Su tristeza abundaba todo su ser, se sentía como haber perdido una parte de sí mismo.
Mirada fija en el suelo, al lado de una pequeña caja de cigarros, el bogoteño estaba destruido. No podía creer lo que le estaba sucediendo. Horas antes su vida parecía ser la mejor.
Flashback
Era una tarde tranquila en las oficinas de Ecomoda, todos los empleados trabajando arduamente, las del cuartel de vez en cuando tomando tiempo para echar chisme, Hugo e Inesita concentrados en realizar los diseños para la próxima colección, todo iba en órden.
Después de la junta directiva, el viaje de Beatríz a Cartagena con la compañía de Catalína Ángel, la nueva presidencia de la primera mencionada y la suprema autoría de vacaciones todo parecía ir en buen camino.
Ese día llegaba Armando, el expresidente de la empresa y como era de esperarse, su mejor amigo y cómplice Mario Calderón estaría ahí para recibirlo.
El rizado había preparado la oficina del contrario con velas, pétalos de rosas por todo el piso, música tranquila para poner ambiente y una exquisita lista de platos y postres que degustarían cuando Armado llegara. Todo estaba fríamente calculado, ese día Mario se declararía ante Armando, después de casi 10 años enamorado en secreto era momento de confesar su amor. Era el momento adecuado, Armando no estaría neurótico como siempre, después de todo volvía de unas vacaciones, seguramente estaría relajado.
El momento llegó, eran las 6:00pm de la tarde, el menor llegaría al rededor de las 7 a Bogotá así que luego de arreglar todo, le pidió a su secretaria que se mantuviera al tanto de que nadie se acercara a la oficina del más bajo. Así fue como Mario tomó rumbo hacia el aeropuerto. Eran las 6:45, solo faltaban 15 minutos para que todo comenzara.
Sus manos sudaban y sus piernas tampoco estaban a su favor, temblaban y se movía como fideos recién hechos.
—Vamos Mario, tú puedes, todo va a salir bien. -Dijo el rizado para sí mismo.-
Había llegado la hora, el pelinegro bajó del avión. Todo estaba saliendo como lo esperado.
—¡Mario! ¿Cómo está Tigre? -Palabra que utilizaban los dos como apodo.-
—¡Tigreee! Cuanto tiempo, yo bien, bien. ¿Qué tal sus vacaciones?
—Muy bien, Calderón. Mire, le quería pedir un favor, ¿sí me permite?
—Claro que sí, ¿cómo no? Dígame.
—Mire, lo que pasa es que yo necesito ir a buscar unos papeles a mi oficina. ¿Será que usted me puede llevar?
—Claro que sí, mi hermano. Venga.
Mario saltaba de alegría dentro de sí mismo, todo estaba saliendo perfecto, continuaron hablando en el camino hacia Ecomoda. Cada segundo hacía que el castaño estuviese más y más ansioso, ¿cómo no estarlo? Iba a confesarse al amor de su vida dentro de poco tiempo. Aunque...no todo puede ser de color de rosas...
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Heather...
Short Story¿Por qué ella y no yo...? Hellowii, aquí de nuevo su servidora Bang, ¿cómo están? Bienvienidos a otra de mis tantas ideas de fanfics, espero que puedan tomar el tiempo de leerla y de comentar o votas si les gustan mis historias Inspiración: Heathe...