▪★el príncipe y el sirviente★▪

⏤͟͟͞͞☆capitulo dos☆

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Luego de que Zhenya se fuera, Taekjoo se quedó en el pasillo, pensativo, si eran esta una señal para renunciar a su trabajo he ir a prostituirse... Espera, claro que no, el nunca vendería su cuerpo por uno cuantos pesos. Taekjoo suspiro y volvió a su cuarto, cerró la puerta y se tiró en aquella suave cama, ocultando su cabeza en la almohada de algodón, disfrutando la calidez de esta, tapó su cuerpo con la sabana color blanco y cerró sus ojos, tratando de buscar confort y caer dormido. Lamentablemente, eso nunca paso, daba vueltas y vueltas en la cama, sin poder conciliar el sueño.

—Dios mío! No puedo dormir, maldita sea, mañana tengo que levantarme temprano. -susurro el Moreno para si mismo, con un toque de frustración en sus palabras.-

—ugh, voy a tomarme un té, talvez eso me haga conciliar el sueño... -se levantó de la cama y procedió a  dirigirse a la gran cocina del Palacio, por obvias razones, se perdió en la gran casa de los Bogdanov.-

—¿es enserio? ¿Cómo puede tener tantas habitaciones? -buscaba y buscaba la cocina o alquien quien pudiera ayudarle a encontrar su habitación.-

—¿estás perdido? -pregunto Phil, quien había llegado por atrás de taekjoo haciendo que el antes mencionado gritara.-

—¡Phil! No llegues tan de repente, me asustaste. -el comentario del Moreno hizo que Phil comenzara a reír-

—lo siento, es que te vi merodeando y supuse que necesitabas ayuda. -el pelirrojo se limpiaba las lágrimas de la risa  y taekjoo lo fulminaba con la mirada.-

—de todas formas, ¿puedes decirme en donde se encuentra la cocina? Quiero tomarme un té para poder dormir. -se tallaba sus ojos color café-

—si gusta yo le puedo hacer un té de manzanilla, solo esperame aquí. -los ojos verdes de pelirrojo se centraron en los cafés ojos del castaño, una sensación extraña se hizo prensente en Phil y un pequeño sonrojo se hizo presente, aquellos ojos cafés al parecer habían robado la atención del pelirrojo, sus ojos recorrieron toda la cara del Moreno, haciendo a este sentirse un tanto incómodo. Los ojos de Phil se quedaron mirando aquellos labios carnosos y pintados de Kwon taekjoo, con un toque de brillo labial, lo tenían cautivado.-

—Uhm, Phil, ¿podría dejar de mirarme así y prepararme un poco de té? -el Moreno fruicio el ceño y el pelirrojo salió de su trance-

—sí, tarkjoo, lo lamento. -hizo una reverencia para luego irse a la cocina a preparar aquel té que taekjoo le había pedido.-

Luego de unos cuantos minutos, Phil regresó con el té en sus mano, la taza era de una cerámica bastante costosa, colocada un pequeño plato, la taza tenía en un costado un cuchara de oro y una bolsita de té en el otro costado, se veía demasiado elegante. Taekjoo tomó la taza y asintió en agradecimiento, bebió su té, tenía un toque de dulzura, sus ojos brillaron y colocó nuevamente la taza en el plato.

—¡wow, este té es delicioso! -afirmó, con una gran sonrisa-

—muchísimas gracias, taekjoo, me alegro que te allá gustado.

Después de terminarse el té, Kwon taekjoo con la ayuda de Phil, se recosto en la cama y cerró sus ojos, relajando sus músculos y logrando así conciliar porfin el tan ansiado sueño.