Fuiste seleccionado para entrar en una escuela muy especial. Tus deseos de entrar en ella eran casi inimaginables. ¡Quién diría que esto era el comienzo de una loca aventura! ... Y el comienzo de tu posible muerte...
"¡Ingresé, ingresé, ingresé!" Me gritaba mentalmente. La emoción y excitación en mí cuerpo no hacía más que aumentar cada segundo pasado desde que leí la carta.
- ¿Qué hago, qué hago, ...debería celebrar? .-La emoción desbordaba de mí, daba pequeños saltitos y pasos acelerados de aquí para allá. Mi voz aguda y chillona resonaba a lo largo y ancho de mí casa, llamando mucho la atención. Mis mechones de pelo -que caían a los costados de mi cara- de diferente color; uno pelinegro y otro pelirrojo, danzaban alegremente en el aire, se movían, caían, flotaban y volvían a caer en un vaivén que parecía eterno.
- Ehm, T/n, ¿se encuentra bien? .-Preguntó una voz que nunca confundiría, era Moon, nuestra sirvienta. Su nombre siempre me había parecido curioso, me contó que sus padres se lo colocaron porque se habían conocido en una noche donde una luna gigantesca se asomaba.
- Eh, ¡Sí, sí, sí! Estoy como nunca. -Afirme.
- ¿Se puede saber el por qué?
- Ingresé a FPE, la escuela de magia.
Su expresión dejó de ser sería (como siempre) y paso a verse iluminada y activa. - ¡Enserio! ¡Hay que celebrarlo!
Ella me alzó en el aire, era mucho más alta que yo, y más fuerte. Su pelo era blanco, con detalles grisáceos, como la misma luna. Era joven y linda.
- ¿Ya se lo contaste a tus padres?
- Oh... mierda, me había olvidado de ese detalle.
- ¡Oye, nada de palabras así en frente mío!
- Perdón.
Me diriji con Moon al cuarto de mis padres, "espero y no estén realizando... sus actividades". Hubo una vez en las que los encontré en pleno... acto. Aun no me lo puedo borrar de la cabeza. Aun así, me dirijo con la mirada en alto y mucha felicidad.
...
- ¡No me lo creo! .-Dijeron en unísono. - Nuestro hijito en una escuela tan privilegiada.
Cuando se los conté, por poco y casi se desmayan.
- El único que había logrado ir a esa escuela fue tu abuelo ,-Admitió mi madre- estoy tan orgullosa de ti...
Los dos me abrazaron, se sintió cálido y puro.
¡Las vacaciones están por terminar y yo ya estoy lista para ir a mi nueva gran aventura!
¡Conoceré a nuevas personas! ¡Y me volveré el mejor brujo, hechicero, mago, o lo que sea, que haya pisado este mundo!
No sabía hasta ese entonces, que entrar a esa escuela sería un infierno... por ahora.
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Yo creando historias en vez de actualizar las que ya tengo.
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