El verano estaba por empezar y en Kioto se podía ver a Hiroki en un auto junto a Miwa
"¿Físicamente quien es más fuerte tu o Mechamaru?" Pregunto Miwa curiosa viendo a Hiroki que estaba con su teléfono
"Contra su cuerpo físico sin duda yo recuerda que es muy debil" el pelinegro mando unos mensajes "contra el robot... me daría algunos problemas necesitaría unos cuantos golpes para poder ser más fuerte que él"
"¿En serio? Yo nunca vi el cuerpo real de Mechamaru" dijo interesada en como se vería su compañero en carne y hueso
"Yo si la verdad da algo de lastima verlo" Hiroki frunció el ceño recordando la imagen de su amigo sin piernas ni un brazo en una capsula para no morir "me da tanta impotencia no poder ayudarlo"
"¿No hay forma de romper una restricción celestial?" Pregunto Miwa a lo que Hiroki negó
"No que yo conozca al menos" el auto se detiene "¿lista?"
"Eso creó" ambos salen y ven a un grupo de 6 adolescentes
"Ustedes deben ser nuestros guías" dijo un chico amable con apariencia enfermiza "mucho gusto sempais"
Yuta Okkotsu estudiante de primer año en Tokio (grado especial)
"¿Tu eres Yuta no? Deja lo de sempais tenemos la misma edad" dijo Hiroki sonriendole tranquilizando un poco al chico
"Entonces solo para confirmar ¿ustedes son: Yuta Okkotsu de grado especial, Kirara Hoshi, Saki Yoshida ambas de segundo grando, Hakari Kinji de primer grado y por último los gemelos Kintoki de cuarto grado no?" Pregunto Miwa viendo la lista que tenia
"Los mismos madame" dijo una chica con el pelo negro con un mechón rosa además de varios pircing en la cara
Kirara Hoshi estudiante de segundo año en Tokio (segundo grado)
"Bien entonces por favor siganos" los 8 empezaron a caminar hacia los autos para ir hacia el colegio
En un hotel cercano
Nao salio del departamento que estaban rentando después que fueron expulsados del colegio religioso hace una semana
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Aguante de un hechicero
Fanfiction¿Cuanto dolor puede soportar una persona? Hiroki vio a todas las mujeres que quería siendo arrebatadas y totalmente utilizadas frente a él No quería seguir viviendo pero una antigua alumna de su padre le mostró un nuevo mundo