𝓝𝓸𝓿𝓲𝓮𝓶𝓫𝓻𝓮

𝑪𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 23: 𝒖𝒏𝒂 𝒑𝒓𝒐𝒎𝒆𝒔𝒂 𝒓𝒐𝒕𝒂

Ness le dice a Kaiser que no puede hablar en este momento, pero que llamará cuando esté en casa. Los mensajes de texto de Kaiser, mi casa se quemó y, lo más importante, creo que le gusto a Yoichi.

Como Kaiser prometió, no abandonará la casa de Isagi hasta que Isagi regrese con él. Así que tiene tiempo de sobra para sentarse en la cama de Isagi, envolverse en las mantas de Isagi y acostarse allí en silencio y tratar de averiguar qué significaba todo.

Isagi había dicho que eras tú y en ese momento, había sido tan obvio, Kaiser había creído que lo había entendido, su corazón había entendido exactamente lo que Isagi había querido decir, pero luego Kaiser había visto a Isagi alejarse y había recordado lo que era y lo que siempre había sido. Kaiser se pregunta, ¿qué le gustaría a Isagi de él? Después de todos esos años, después de todos los libros de texto que Kaiser había estudiado, viendo película tras película de su madre para tratar de entender lo que significaba estar enamorado, las relaciones que había usado y despegado, tratando en vano de encajar algo como el amor en palabras rígidas que Kaiser podía aprender. Kaiser coloca una mano sobre su corazón tal vez no tan infrahumano y se pregunta cómo es el amor de la forma en que se siente como si pudiera estallar en la luz dorada del sol cuando recuerda la casi confesión, si el amor es la forma tonta en que Kaiser se encuentra sonriendo cuando recuerda a Isagi, o si es la forma en que todo el ser de Kaiser está emocionado por primera vez por una Navidad que no pasaría solo, sino con dos personas en el mundo que eran preciosas para esta Navidad, y la próxima y la...

Kaiser lleva la manta de Isagi a su nariz e inhala suavemente el familiar aroma hogareño y terrenal de alguien que podría estar enamorado de él, real e incondicional y profundamente enamorado, susurra y de alguna manera sabe que el mundo se asegurará de que Isagi lo escuche, "Vuelve a mí pronto, Yoichi".

Un tenso Isagi a unas dos horas de distancia no escucha, pero siente que el corazón de Kaiser llama al suyo. Isagi exhala suavemente, siente la presencia de Kaiser como un suave calor, la apertura de su corazón. Había estado nervioso desde que se fue, mirando sin comprender los árboles mientras Kunigami los conducía al territorio de los Wanima, pero ahora sonríe en su mano para sentir a su compañero con él. La mañana, Isagi había mirado hacia un cielo nublado con la promesa de una tormenta y había fruncido el ceño, considerando el terrible clima como un presagio, a pesar de que el clima no ha cambiado en absoluto y el sol continúa oculto por espesas nubes grises, Isagi siente como si la luz del sol brillara en su rostro, existiendo en este momento sin nada innecesario, piensa en la forma en que los ojos de Kaiser se abrieron de par en par cuando Isagi se confesó con él. No había sido apartado, ni se había encontrado con ningún otro tipo de resistencia, parecía que Kaiser no había desviado la verdad de Isagi, sino que la había dejado penetrar en él lentamente, una victoria, para Isagi, eso era una victoria. Isagi lo sabe ahora: cuando Isagi se vaya a casa, le dirá a Kaiser la verdad.

"¿Isagi?" Pregunta Kunigami, mirando a Isagi. Isagi frunce el ceño cuando tiene que ser traído de vuelta a este mundo, donde los hermanos Wanima estaban jodiendo y donde Isagi todavía no podía confiar al 100% en las personas en las que había confiado toda su vida.

Kunigami le dice a Isagi que Nagi preguntó si podían tomar unos minutos de descanso porque no se sentía bien al estar encerrado en el auto durante tanto tiempo.

Isagi escucha lo que Kunigami ha dicho, su corazón late en sus oídos y mira a Kunigami confundido, el calor de recordar a Kaiser persiste un poco más en su piel, pero lo hace suave en sus bordes y borroso y lento, Isagi considera lo que Nagi ha pedido. Excepto que Isagi parpadea...

"¿Nagi? ¿No está Nagi con Kaiser? Isagi le pregunta a Kunigami. Había escuchado a Kunigami responder a la llamada telefónica de Chigiri pero no había escuchado nada de lo que habían dicho, junto al suave calor de Kaiser todavía estaba el calor abrasador del fuego que casi los había matado, Isagi apenas ha podido aferrarse a este mundo material desde esa noche, el corazón de Isagi vuelve a latir y parpadea y respira normalmente, De alguna manera, su cuerpo sigue vivo, pero se siente como si su mente se hubiera detenido. "Se supone que Nagi debe estar con Kaiser. Somos yo, y tú, y Chigiri y Kuon. Se supone que Nagi está con Kaiser.