Why Why Why ||Shawn Mendes||

1. Déjame dormir un rato más

Helena Schmidt

Sentí unos suaves golpes en el brazo, que lo único que lograron es que tuviera que maldecir a la persona en mi mente. 

¿Acaso no podían dejarme dormir un rato más? Yo estaba segura de que era algo que me merecía por todo el esfuerzo que estaba haciendo, pero ya veo que nada era suficiente. 

Como pude le di la espalda a la persona, ignorándola por completo, mientras volvía a intentar dormir aunque fuera un rato más.

—Vamos Lena, es hora de levantarse —escuché la suave voz de Shawn, esta vez moviéndome suavemente.

—Déjame dormir un rato más —murmuré sin abrir los ojos.

Me merecía dormir hasta tarde, ya que anoche estuve estudiando para un examen que tendría. Mi vida era un caos y para mejorarlo estaba con mi mejor amigo de Tour. Maravilloso, ¿verdad?

—No seas perezosa, que no es tu estilo pelirroja. Además, ¿te recuerdo que me prometiste que serías la protagonista de mi videoclip? Me lo debes Lena —bufé. En que momento pensé que eso sería una muy buena idea. 

La culpa fue de Shawn que sabía como ganarme. 

El caso es que en estos momentos, eso para mí ya me parecía una muy mala idea porque no dejaba la prensa de sacar rumores de nosotros como pareja. 

No me molestaba en absoluto, pero a veces eran un poco intensos.

—Pues ahora me quiero negar, y debes respetarlo —escuché un bufido de su parte antes de que se fuera a saber donde. 

Sonreí victoriosa y me volví a tapar con la sabana para recuperar el sueño.

Eso no duró mucho porque sentí como alguien me quitaba la sabana, y me tiraba agua en el rostro. Me levanté bruscamente y me golpeé la cabeza con el techo de la litera del autobús. 

Escuché la risa de Shawn resonar por todo el autobús, y por mucho que en esos momentos quisiera ahorcarlo, el dolor de cabeza que estaba sintiendo era más fuerte que mis ganas. 

Solté un pequeño quejido que no paso desapercibido por Shawn, porque vi por el rabillo del ojo, como su expresión se borraba y se acercaba a mí muy preocupado. 

—Joder Lena, ¿estás bien? —susurró él viendo el lugar afectado, dudaba mucho que fuera algo grave, sinceramente, pero el dolor sí era insoportable. 

—Es que a veces me preguntó por qué tuve que juntarme contigo Shawn. La mayoría de las veces quiero ahorcarte por tus bromas y tus cosas raras —le miré mal.

—Creo que el golpe te afectó todavía más —le di un golpe en el brazo—. ¡Auch!

—Es culpa tuya que me haya golpeado genio —me levanté con cuidado de la cama, y Shawn colocó su mano por encima de mi cabeza para que no me volviera a golpear.

—En mi defensa, no te levantabas, así que tenía que hacer algo para que te despertaras. Yo te dije de buena manera —bufé.

El dolor en mi cabeza había disminuido un poco, pero seguía ahí. 

—¿Te sigue doliendo? —noté la preocupación en su voz, estaba asustado por dentro, de eso no había duda.

—Un poco —sentí como rodeaba mi cintura con su brazo y me llevaba a la mesa que había en el autobús del tour, me senté en una de las sillas y vi por la ventana que estábamos parados. 

Supongo que los demás habían salido a visitar un poco la ciudad. 

—Perdón —negué con una pequeña sonrisa. Él me entregó el desayuno, mis cosas favoritas en el mundo, mi café y los gofres.