Rojo

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Que lo disfruten...

En unos callejones se podía apreciar una figura curvilínea acorde a las de una chica. En esta figura llevaba una capucha sin revelar su apariencia pero denotando que se escuchaba que usaba una armadura por debajo ante el pequeño sonido metálico que hacía al caminar, saliendo de los callejones buscó un bar local para poder comer algo ya que había terminado una misión que le llevó casi todo el día.

Pasaban unos minutos para que ella por fin encontraba un bar, entrando miro que estaba con algunas personas en el, en total serían unas quince personas  y de los quince, diez estaban reunidos casi en una mesa escuchando a una persona contar algo, no dándole mucha importancia llegó a la barra donde se encontraba el cantinero limpiando un vaso de vidrio con un trapo pero con su vista hacia la multitud que estaba en una esquina y sin mucho que decir pido algo de comer, algo molesta espero porque el maldito tipo no le había hecho caso en primer instancia al estar poniendo atención a los otros.

Pasando los minutos el cantinero de mala gana le entregó su sandwich de pollo y se fue a sentar cerca de la mesa en donde la multitud estaban sentados Para escuchar así lo que decían, un poco de información o chisme no venía mal luego de un ajetreado día.

no era alguien chismosa pero todo el día había estado ocupada y quizás el ahora identificado anciano que estaba contando algunas historias, contara una buena.

"Esta historia relata la vida de una joven niña sin nombre que había vivido aquí en este pueblo de campesinos hace años" comenzó a relatar el hombre mayor haciendo que la mayoría que estaban a su alrededor y la chica le pusieran atención. "Pobre pero humilde fue su vida".

"Está pequeña niña inocente no tenía malicia alguna pero era observada con preocupación por sus padres quienes estaban asombrados y escandalizados por las oraciones nocturnas de la pequeña" relataba poco a poco el señor mientras que a la chica encapuchada abría el sándwich para ver que el maldito pollo estaba crudo, resignada mejor se quedó a escuchar la historia y no moldear a golpes al cantinero.

" ellos estaban tan preocupados que tuvieron que llamar al sacerdote del pueblo quien pensaba que los padres exageraban un poco pero aún así accedió a ir a la casa, el sacerdote cenó con ellos y observó detenidamente el comportamiento de la niña, la cual si no era un verdadero ángel a los ojos del clérigo, después de la cena la dulce niña se despidió y se retiró hacia su habitación"

La historia que estaba contando el anciano era algo aburrida para la mayoría de las personas que lo escuchan pero de igual forma no tenían otra cosa más por hacer que solo escucharlo y quizás se pondría interesante luego.

"los padre preocupados preocupados le pidieron al sacerdote que los acompañara, los padres y el sacerdote estaban afuera de la habitación escuchando la oración de la pequeña que decía más o menos así "

"Y cuida a mi mami, a mi papi, a mi abuela y a mis hermanos y por favor cuida mucho de lucifer pues nadie pide por el, yo lo hago en su lugar."

Dejando algo sorprendidos a las personas que escuchaban aquella oración de la pequeña en la historia preguntándose si en verdad lo decía con sinceridad e incluso los camareros se paseaban por donde ellos estaban para escuchar algo sobre esa historia. Y el anciano continuó.

"El padre estaba horrorízado y desconcertado por aquellas palabras pero a pesar de todo la conducta de la niña era intachable así que el sacerdote solo ordenó que vigilaran de cerca a la pequeña, el tiempo pasó pero lamentablemente las condiciones que la pequeña y su familia vivían eran bastantes deprobables, con frecuencia se enfermaban y pasaban hambrunas pero sin embargo esto no era motivo para que la pequeña dejase de rezar por la noche".

La Tristeza del DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora