En el palacio de Versalles, donde la alegria reina, la emperadora Maria da a luz a una hermosa bebe, de cabello obscuro, piel morena y unos rasgos hinoptisantes. Plebeyos corren por los aposentos, mientras la dama de Maria la toma de la mano, la doctora carga en brazos a la pequeña con una expresion de evidente angustia. Tras la puerta se encuentra el emperador de Francia, quien da vueltas por los pasillos ansioso, durante años habia esperado a un varon y este era el momento, una sonrisa de oreja a oreja se dibujo en su rostro cuando el llanto de un bebe se escucho retumbar en los aposentos de su esposa. Ingreso con rapidez, se aproximo al bebe con alegria, alegria que se desvaneció inmediatamente cuando se percato que era una niña, la miro con indiferencia, al igual que a su debil esposa y salio sin mencionar tan solo una palabra.
La partera y el resto de personas que se encontraban quedaron inmóviles por la accion del hombre sintiendo pena por la recien nacida.
— Heloïse — Fueron las ultimas palabras que menciono la mujer antes de morir, aquel nombre se le asigno a la niña. Desde aquel devastador dia el palacio se lleno de tristeza, los nobles ahora temían al rey que tras aquella "decepción" se habia vuelto alguien completamente diferente, no mostraba piedad con nadie y ocultaba su dolor con mujeres. Por otro lado la pequeña Heloïse habia sido enviada lejos a un pequeño palacio, donde carencia de personas a su cuidado, sin embargo eso no Impidió que fuera educada de la mejor manera, con tan solo 11 años ella ya sabia hablar, ingles, turco, sueco, griego, italiano, aleman y ruso. Estaba instruida en politica y diplomacia, siendo no solo muy hermosa, tambien inteligente. No obstante apesar de todo esto el rey continuaba ignorando a la pequeña, cada mes enviaba cientos de cartas que el hombre jamas se molesto en responder, a medida que hiba creciendo pudo percatarse de todo, del desprecio que su padre sentia por ella y muchas mas cosas, todo esto influyo para que Heloïse creciera llena de ira y rencor hacia su padre.
[ ... ]
En el gran palacio la princesa de ahora 16 años se encuentra caminando mientras mira los pasillos con atencion, hay cientos de hombres y mujeres a su alrededor que la miran con cierta curiosidad.
— Es la hija del rey — Susurran entre ellos sin quitar la mirada de la chica, ella simplemente hace caso omiso a los comentarios y continua su camino, hace tan solo algunos dias el rey habia solicitado su presencia en el palacio, aquello la tomo por sorpresa y aunque se nego fue tanta la insistencia que no le quedo de otra. Al estar a tan solo a algunos pasos de los aposentos de su "padre" ella solto un suspiro angustiada, aunque aun no habia ingresado ya podia sentir un nudo en la garganta, esta seria la cuarta vez que lo veria en todo estos años. Cerro los ojos e ingreso mostrando un semblante neutro, lo busco con la mirada y cuando lo encontró cruzo miradas con el por varios segundos, sus ojos estaban llenos de rencor e Ira — Su majestad — Hizo una leve reverencia, su voz era fria. A la pequeña Heloïse de 6 años le hubiera encantado estar ahi, no obstante ella ahora ya no tenia 6 años, ya no era tan ingenua, sabia todo lo malo que el hombre que se hacia llamar su "padre" habia hecho.La expresion de su padre cambio a una de sorpresa — Heloïse... Que gusto verte — Hablo el hombre mientras se acercaba a ella, era impactante el parecido que tenia ella y su madre. La joven se coloco en una posición firme y desaparto la mirada de su contrario pensando que lo unico que deseaba en ese momento es salir de ahi. — ¿Que es lo que desea? ¿Para que me a llamando? — interrogo la femenina con aquel mismo tono frio, el hombre le dio una sonrisa que hizo que una expresion de disgusto se formara en su rostro, odiaba su hipocresia — Bueno, el motivo del por que estas aqui es por deseo que te presentes a mi boda... es en unos dias, recibiras una carta con todos los detalles necesarios — Comento el hombre para despues darse la vuelta y hacer una seña para que se retirara, la princesa frunció su ceño y nego con la cabeza repetidas veces, se sentia tan molesta, el rencor que le tenia habia aumentado aun mas. No sabia que decir ni como reaccionar, lo unico que se le ocurrio hacer en ese momento fue salir con evidente molestia. — Maldito sea — maldijo mientras caminaba, habia aceptado su indiferencia, pero que se case con otra mujer y olvide a su madre, no. Eso no solo era lo que la tenia asi, tambien el hecho de que al el contraer matrimonio con alguien mas, ella se convertiría en una bastarda y le quitaría cualquier derecho para reclamar el trono.
Durante su camino hacia la salida del palacio choco con alguien, Heloïse cerro sus ojos y apretó sus puños tratando de guardar la calma — Tenga mas cuidado para la proxima — Hablo manteniendo los ojos cerrados, no obstante los abrió inmediatamente cuando no escucho ninguna palabra, su mirada se cruzo con la de un chico de cabello obscuro y mirada penetrante. — Creo que quien deberia tener cuidado es usted señorita — Tras mencionar aquellas palabras la hizo a un lado y continuo su camino, la joven hizo una expresion de indignación pensando en lo insolente que fue — Idiota — Dijo para si misma y continuo su camino.
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𝕵𝘂𝗲𝗴𝗼 𝗱𝗲 𝘀𝗲𝗱𝘂𝗰𝗰𝗶𝗼𝗻
Fanfiction𝗛𝗲𝗹𝗼𝗶̈𝘀𝗲 𝗹𝗮 𝗵𝗶𝗷𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗲𝗺𝗽𝗲𝗿𝗮𝗱𝗼𝗿 𝗱𝗲 𝗙𝗿𝗮𝗻𝗰𝗶𝗮 𝘆 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗮𝗻𝘁𝗶𝗴𝘂𝗮 𝗿𝗲𝗶𝗻𝗮 𝗔𝗻𝗻𝗲𝘁 𝗰𝗼𝗺𝗶𝗲𝗻𝘇𝗮 𝘂𝗻 𝗺𝗮𝗿𝗮𝘃𝗶𝗹𝗹𝗼𝘀𝗼 𝗽𝗹𝗮𝗻 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗱𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗮𝗿 𝗮 𝘀𝘂 𝗽𝗮𝗱𝗿𝗲 𝘆 𝗲𝘀 𝗽𝗼𝗿 𝗲𝗹𝗹�...