Viborg, Gran Ducado de Finlandia, Imperio Ruso.
En Rusia no estaba de más decir que hacía frío normalmente, pero era peor en invierno. En un lugar desierto donde solo había nieve y algunos árboles cubiertos de nieve y donde nadie esperaba que estuviera nadie había una mujer acostada en el suelo, parecía inconsciente, lo más probable es que lo estuviese realmente, iba vestida con una bufanda de color morado apagado pareciendo gris, una capa de color marón, un jersey de un color más oscuro acompañado de una especie de tela que se cruzaba en su pecho, en la parte inferior iba con una falda de color azul apagado que le llegaba un poco por encima de los tobillos, como calzado iba con unas botas marones y en una de las manos con un guante.
Después de tanto tiempo inconsciente se levantó de golpe, parecía confundida y perdida mientras miraba a su alrededor noto un pequeño escozor en su mano sin guante cuando bajó la vista pudo notar varios cortes en la palma de la mano, no lo entendía y estaba perdida. Fue entonces que fue al bolsillo de su jersey y noto un broche de color azul. Algo se encendió en su mente tras ver el broche y lo que pudo hacer fue caminar hasta encontrar una casa.
Tras caminar por lo que parecían horas llegó hasta una casa de madera, decidida a curar sus heridas y ubicarse decidió picar la puerta, cuando abrió un hombre que parecía tener una edad de entre cincuenta y sesenta años ella habló:
-Hola señor, ¿podría dejarme entrar en su casa y dejarme curar mis heridas?- la mujer tenía una voz algo ronca en parte porque tenía la garganta seca. Es verdad que el ruso no era de sus lenguas maternas, pero siempre se enorgulleció de saberlo hablar muy bien pese a que si hubiese hablado finlandés o sueco posiblemente también la hubiese entendido prefirió no arriesgarse. Cuando pensaba que le iban a cerrar la puerta delante de sus narices el hombre habló.
- Por supuesto, señorita. Pase, por favor- la voz del hombre era firme y también algo cansado dejándole pasar a su hogar para después llamar a su mujer de apariencia rubia y ojos azules para que ayudara a la joven. Nada más entrar noto las miradas de cuatro niños, se sentía en parte incómoda entendía el porqué la miraban es decir cuando se te aparecía una mujer en medio del invierno en Rusia. Cuando la mujer ya la había ayudado a curarse, el adulto empezó a hacerle preguntas, qué hacía allí en pleno invierno, como se había herido.... Pero curiosamente no le preguntaron ni su nombre, ni su edad ya era la primera alarma de la mujer.
Después de tanto preguntar el hombre le propuso quedarse en su hogar hasta que cesara el frío un poco y pudiesen ir a la urbanización más cercana, la joven aceptó quería ver hasta donde llegaba todo esto. Cuando le propusieron comer algo ella aceptó, pero también ayudó en la cocina a la mujer adulta que pese a negarse al principio acabó aceptando cuando la mujer puso los platos en la mesa fue a llamar a sus hijos y marido. Tras eso se sentaron todos a comer, curiosamente había sillas y espacio justos para el número de personas que eran. Cuando terminaron la comida la rubia le pregunto:
-¿Te gustó la comida?
-Sí, gracias por ayudarme.
-No me des las gracias, cariño.
Después de recoger y lavar todo vio como la familia la llamaban, acercándose a ellos vio una hoja de color blanco puro, no tenía nada escrito ni una palabra. Fue en ese momento donde reaccionó al darse cuenta de que la mujer intentaba agarrar del brazo, una patada a la barriga de la mujer fue suficiente para dejarla en el suelo inconsciente, su brazo se movió por reflejo a una botella de cristal que tenían en una mesita, nada más agarrarla y romperla los niños se acercaron corriendo con un cuchillo, pero en medio del camino se desmayaron. El hombre que era el único en pie dirigió una mirada de pavor a la joven de delante los ojos azules del hombre miraron a los castaños oscuros de la mujer que lo veía con gracia. El hombre habló entonces:
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The human feelings
RandomLa mente humana es tan débil y frágil que no se pudo evitar parar a preguntar ¿La mente es débil y frágil por los sentimientos o porque es así de naturaleza? Para cualquier persona que fuese un poco normal era obvio decir que era así por sentimiento...