2.

24 2 0
                                    

Al día siguiente despertó para dirigirse al colegio. Envolvió su muñeca con un pañuelo negro para cubrirlas de sus amigas, llevaba puesto el uniforme con un pulover largo, ideal para la ocasión.
Mientras terminaba de vestirse, en su celular sonaba Lorde - Team. La voz de esa chica le generaba tantas sensaciones. Tanta paz, admiración.

Su madre le había preparado de desayuno café con tostadas, a penas las tocó. Se sentía muy mal como para comer.
La noche anterior fué, fué tan desesperante para alguien como ella, una chica muy tranquila y cabizbaja.
Pero era de esperarse con tantas cosas que pasaba. Familia, "amigos", colegio, ella, más que nada ella.

Se dirigía al colegio con su madre y hermana, cuando llegó se sintió nerviosa, pero nadie lo notó.
Estaba dolida, quería contarselo a su mejor amiga pero le daba miedo, no sabía como iba a reaccionar. Sólo siguió normal y callada.

Al finalizar el horario escolar llegó a casa, se dirigió a su habitación, tiró su mochila y se recostó en su cama, confundida.
Recordando los hechos de la noche anterior, atemorizada aún.

Decidió escribir todo lo que le pasaba por la mente en un viejo cuaderno verde manzana, de hermoso color a su parecer. Escribía y escribía sobre esas hojas blancas, incompletas, como ella.
Cuando ya no pudo más, abandonó el lápiz. Fué al baño y levantó su camiseta, observó con detenimiento cada cicatríz, en el fondo no se arrepentía de absolutamente nada, ella era así.

Cuando volvió guardo su cuaderno en la mochila, se acostó a dormir hasta el día siguiente.
Ese día en el colegio, tomándola de sorpresa, vió a su mejor amiga leyendo ese cuaderno, ese maldito cuaderno.
Se aproximó lentamente a esa chica de cabello lacio negro, muy adorable e infantil, la amaba. Era "su heroína".

La miró a los ojos y lo único que le salió en ese momento fué abrazarla fuerte, tanto como para que rompan en llanto.
Ambas se querían como a nada, eran la una para la otra, sólo ellas sabían la falta que se hacían y todo lo que daban por la otra. Eran ellas en su mundo de fantasías, solo ellas, nadie más.
A partir de ese momento tuvieron una breve charla por lo redactado en el cuaderno y se aclararon las cosas.
Desde entonces no se separaron, estaban juntas todo lo que podían y se les permitía.

Ella se sentía amparada en los brazos de esa chica, esa que le secaba las lágrimas y la misma que rompía silencios con canciones de Disney o algún chiste sin sentido, a decir verdad.
Era esa misma que la hacía reir como si fuera su última carcajada, su último respiro.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 16, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

She flyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora