You're not an alpha ✳ XiCheng [ABO]

Capítulo II

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"Solución"

—Quien debe ir al loquero es él, no yo... Maldito psicópata oportunista —murmura Jiang Cheng.

Siendo acusado de padecer un trastorno fisiológico que lo hacía percibirse como un género que claramente no era.

Pudo haber dejado pasar por algo todo lo que le dijeron, pero le era imposible ignorar a su propio cuerpo.

Al final cuando la primera semana llegó, ya había accedido a realizar la llamada.

Con unas pocas palabras dio por sentado que aceptaba la intervención del otro alfa.

—Maldito idiota —continúa revisando el historial de chat que mantenía con él.

Un día antes de su acuerdo, ambos visitaron una clínica donde relativamente le confirmaron la posibilidad de lo que le había explicado XiChen.

Como un criminal arrinconado, aceptó su única salida, muy en contra de su juicio.

Porque era mejor aguantar una noche con aquel hombre, que acostumbrarse a una nueva vida que en definitiva no quería ni imaginarla.

Todo empeoró con la llegada de la contraparte. XiChen tenía una preciosa sonrisa en el rostro, mostrando lo satisfecho que estaba al verlo dentro de la habitación.

—Si que te has tomado tu tiempo —dice al entrar.

La puerta apenas suena cuando es cerrada.

—Quería estar seguro de que hacerlo sería la única alternativa.

Aquella aclaración hace reír a XiChen. Aunque ya no es de satisfacción, más bien suena decepcionado.

—Entonces estás dispuesto a extender las piernas como un omega.

Jiang Cheng reacciona arrugando el entrecejo, símbolo de su descontento. Porque se preparó mentalmente ya para afrontarlo, pero aún sentía que podía retractarse por orgullo.

—Sé que tu intención era humillarme, pero lo que sucedió y sucederá no significa nada para mí —le clarifica sin embargo.

—Qué dices, solo quería jugar un poco —sigue XiChen.

Avanzando con cada palabra que sale de su boca, pues disfrutaba cada actuar de su acompañante.

Por supuesto, esta opinión solo era sabida por él mismo.

—Busca a alguien más, tú y yo ni siquiera somos cercanos —Jiang Cheng dice esto con cierto enojo.

—Nosotros estaríamos en perfectos términos, pero nunca superaste ese pequeño rencor.

—¿Una pequeñez? —se exalta y lo ve con creciente desprecio. —Te encontré con mi prometida.

—Solo quería mostrarte que ella no era para ti, ¿cómo puede ser mi culpa que te engañara? —explica el otro con tranquilidad.

Sin corregirlo, porque tal hecho no había sido consumado.

—Tú... —Jiang Cheng definitivamente siente su puño temblar.

—Ella no te quería, te evité un mal matrimonio —le avisa.

—Tú no sabes nada —recrimina en respuesta.

XiChen entonces suelta una risa amarga.

—¿Te parece justo? —pregunta lo suficientemente cerca.