capitulo 9

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JIMIN:

La historia que Jeon me contó sobre sus abuelos fue lo más
dulce que he oído nunca. Cuando vienes de un pueblo que es Navidad
todo el año, hay docenas de dulces historias de amor. Pero esa es mi
favorita con diferencia, y no es de extrañar que mucha gente diga que
aquí hay magia en el aire. Cuanto más tiempo vivo aquí, más creo que es verdad

Hago girar la alianza en mi dedo y pienso que es un anillo
realmente hermoso. Uno que nunca podría permitirme. Es sencillo,
pero con todos los diamantes que lo rodean,

Tradicionalmente uno tiene un anillo de compromiso . Supongo que Jeon y yo somos todo menos tradicionales.
Aunque me tragué la historia de sus abuelos, entiendo por qué
Jeon no me dio ese anillo. Es algo importante, y está destinado al
amor verdadero.

Sentí una pequeña chispa cuando dijo que a veces el
amor tiene que encontrarse en el medio, pero no creo que Jeon  tenga sentimientos  que se parezcan al amor hacia mí. Honestamente, es
difícil conseguir una reacción de él en absoluto.

¿Fue el sexo fuera de este mundo? Sí. Aunque, ¿con qué tengo
que compararlo? Es el único tipo con el que me he acostado. He estado
en Bussan  durante meses, y él nunca ha mostrado interés en mí antes de la última noche. Eso fue solo para ver si éramos compatibles
sexualmente, y resulta que no era un problema en absoluto. Pensé

que tenía que significar algo, pero quizás estoy mezclando amor y lujuria
A este paso, lo único que voy a terminar es con el corazón roto.
Jeon tenía razón en una cosa. Los pequeños toques cuando
salimos a desayunar se sintieron naturales. Nunca lo había hecho, y cuando  lo recuerdo, me doy cuenta de que nunca toca a nadie. En el
restaurante,  todos creyeron la historia de que estamos
enamorados y se engancharon rápidamente por eso. Estoy seguro de que los rumores ya están circulando. Podrían pensar que hemos
estado ocultando el hecho de que nos casamos o…

— ¿Qué va mal?— Aparto los ojos del fuego para ver a Jeon  de pie a mi lado. Ha tenido que alejarse para atender una llamada y ha
debido de volver sin que lo oyera.

— ¿Por qué crees que algo va mal?— Me relamo los tiernos
labios.

—Te conozco, Jimim.Algo te preocupa.

Supongo que sí. Hemos
trabajado juntos en los últimos meses, y me he dado cuenta de que Jeon  es bueno leyendo a la gente.

—Solo estaba pensando en que probablemente todo el mundo
está chismeando sobre nosotros.

—Bien. Hay que correr la voz rápidamente, así la gente seguirá adelante

dice mientras se sienta de nuevo a mi lado.

—Ha sido muy rápido. ¿Sabes lo que van a pensar?—

Lo miro.
Jeon  no está mirando el fuego porque sus ojos están puestos en mi Me doy cuenta de que también está haciendo girar su alianza en
el dedo. Los dos nos estamos acostumbrando a la sensación de tenerla Ahí y me pregunto si le molesta. En realidad, estoy seguro de que se
alegra de tener el escudo. Ahora le resultará fácil rechazar a las
mujeres con solo levantar la mano y decir que está casado.

—Que estás embarazado. — dice, y asiento.

No deja de Mirarme y, por lo que sé, podría estar embarazado, Aunque podría
pensar que tomo la píldora, ya que muchos lo  hacen. Nunca
sentí la necesidad, además mis padres eran estrictos y habrían
desaprobado que lo tomara sin estar casado

¿Está esperando a que le confirme que tomo algo? No presiona
ni muestra un poco de preocupación por el tema. Supongo que debería
preguntar por otras cosas además de quedar embarazado. Sé que
Jeon  ha dejado claro que no ha salido ni ha coqueteado con nadie de Bussan  o de su entorno y que yo sepa, con lo cerca que trabajamos,
no ha salido de la ciudad desde que estoy aquí. El hombre siempre está  en el trabajo, e incluso en los fines de semana, todavía me envía
correos electrónicos y me llama por cosas al azar. También suelo encontrarme  con él por la ciudad.
Antes de la última noche, habría adivinado que jeon es el tipo
de hombre que nunca olvidaría la protección. Siempre es tan
reservado, pero incluso ahora, no hay ni una pizca de preocupación
en su rostro.

¿Cómo es que siempre tiene una expresión tan estoica?
Empiezo a preguntarme si esta es la expresión que utiliza para
enmascarar lo que realmente siente. Me gustaría poder hacer lo mismo ya que en la mía se nota todo. Por eso siempre desvío la mirada

—Así que —digo, relamiéndome los labios de nuevo, y sus ojos
bajan a mi boca

— debería ducharme, pero no tengo nada aquí.

—Si quieres, puedes ponerte una de mis camisetas cuando
salgas de la ducha. Tus cosas deberían llegar esta tarde.

— ¿Qué? ¿Mis cosas?

—Sí, es con quien estaba hablando por teléfono. Ben and Sons,
la compañía de mudanzas van a empacar tu casa.

— ¡No!— Me pongo en pie de un salto porque conozco a Ben y a todos  sus hijos. Ellos también cuelgan luces navideñas por la ciudad.

—No te preocupes. Jenna va a empacar tu ropa.

— Sé que se
refiere a mis bragas y agradezco que sea ella quien lo
haga y no ellos.

—No es solo eso. — me retuerzo las manos, sintiéndome súper
avergonzado

— ¿Qué?— Se pone en pie.

—Hay cosas que no quiero que empaquen. — susurro, dejando
caer mis ojos de los suyos.

— ¿Qué cosas?— Su mano me agarra la barbilla para atraer mi
cara hacia la suya.

—Soy tu esposo. Puedes contarme todo, dulzura.

Quiero derretirme en él ante esas dulces palabras. Era difícil
resistirse a Jeon antes de las caricias, ¿y ahora esto?

—No es que esto sea real. — señalo, más para mí que para
cualquier otra cosa, y el agarre de Jeon  en mi barbilla se estrecha un
poco. No es doloroso, pero se nota.

— ¿Necesito recordarte lo real que es esto? —

Su otra mano me
agarra de la cadera y me acerca a su cuerpo. Su erección me aprieta
el estómago y un aleteo se libera dentro de mí. Sexo. Solo está
hablando de sexo, me recuerdo de nuevo.

—Ahora dime qué no quieres
que encuentren los de la mudanza. ¿Un diario?

— Sacudo la cabeza,
sabiendo que mi cara ya se está calentando.

—Dime. — me ordena.

—Mi mesita de noche. — Finalmente, me esfuerzo por decir las
palabras.

—Tengo un juguete ahí.

— ¿Qué tipo de juguete?—

Sonríe, mostrando ese lado juguetón
que solo veo cuando estamos los dos. Uno que solo ha salido en las
últimas veinticuatro horas.

—Son solo ah, vibradores.

— ¿Para tu culo ? — pregunta para confirmarlo, y asiento.

— ¿Debería estar celoso?

— ¿Celoso? ¿Por qué ibas a estar celoso?

— ¿Lo disfrutaste más que conmigo?

—No. —

digo con total sinceridad porque ese juguete nunca
estará a la altura de Jeon 
Una sonrisa plena y sexy ilumina su cara, y está claro que le
encanta mi respuesta.

—Soy lo único que ha estado dentro de ti,
¿verdad?

—jeon . — susurro.

Se inclina y reclama mi boca en un profundo beso que me quita
todo el aire. Me aferro a él y dejo que me bese. Me encanta cuando
tiene el control y toma lo que quiere. Despierta un deseo dentro de mí...

    El acuerdo acogedorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora