Miradas furtivas que desencadenaron la adrenalina de esto que tenemos, de este amor clandestino, de esas tantas veces que nos amamos hasta el cansancio...
Mar: En su habitación, no sale de ahí en todo el día
Lucia: Ven vamos a tu habitación
Mar: Ya habla (entrando)
Lucia: Vine a pedirte perdón, fui muy dura contigo, no soy quien para juzgarte
Mar: Quiero que sepan que no dejaré a Fátima por esto, Ariadna tiene que entender
Lucia: Y tienes razón, ayer me cegué y de los nervios dije todo eso pero eres mi hermana y lo que más amo y quiero que seas feliz y si lo eres con Fátima está bien
Mar: De verdad?
Lucia: Si, quiero que estés bien, enamorada y no importa nada más y se que Fátima es tu felicidad
Mar: No sabes cuánto necesitaba esto de ti
Lucia: Te quiero y te apoyo en todo lo que decidas y se que Ari en algún momento entenderá
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Mar: Ojalá
HABITACIÓN DE ARIADNA
Lucia: Puedo?
Ariadna: Mhm
Lucia: Como estás?
Ariadna: Como crees, mal...no quiero salir de mi habitación porque no quiero verla
Lucia: Mar es tu mamá y también está mal con todo esto
Ariadna: No me digas que ya te convenció
Lucia: No tiene que convencerme de nada, yo me puse mal y le dije cosas que no quería
Ariadna: Ay tía por favor
Lucia: Es verdad, tu mamá tiene derecho a ser feliz
Ariadna: Claro que sí pero no con una mujer y menos con la mamá de Lucas por Dios
Lucia: Pero que tiene de malo?
Ariadna: Qué voy a decir cuando pregunten sobre mi familia? Que tengo dos mamás? No eso no
Lucia: Muchos tienen dos mamás o dos papás y son felices además una jovencita como tú que piense así?
Ariadna: No estoy en contra de eso, mí amigo Lucas es gay y no tengo nada contra eso
