Un Sueño Vivido ©

Primer capitulo :)

(Entre el deber y el Descanso)

Existen personas que tienen la capacidad de realizar múltiples tareas simultáneamente sin que les resulte complicado. Sin embargo, esa no es mi situación. Soy la responsable de un refugio de animales, el cual fue fundado por mis padres, y al mismo tiempo, estoy cursando una carrera que demanda mucho tiempo y dedicación. Esta combinación de responsabilidades resulta extremadamente agotadora para mí.

He estado realizando esta actividad desde que inicié mis estudios universitarios. No es que no disfrute de ello; de hecho, estoy cursando la carrera que siempre he soñado. Aparte de mis estudios, tengo la responsabilidad de dirigir un refugio que se dedica a rescatar animales desamparados de la calle, aquellos que no cuentan con alguien que los cuide y les brinde amor.

Solo quiero expresar que me siento un poco cansada de tener que realizar dos actividades que requieren mucho tiempo y atención.

Por ejemplo, hoy estoy en clase, pero me resulta difícil concentrarme porque estoy muy distraída con los mensajes que estoy recibiendo. Estos mensajes me informan sobre los nuevos rescates que se han llevado a cabo a lo largo del día, y esa información me está sacando de mi enfoque en la lección.

-Dejé escapar un suspiro profundo, casi cansado, mientras terminaba de responder algunos mensajes en mi teléfono. Finalmente, decidí guardarlo en mi mochila con un ligero movimiento.

-Mi mejor amiga me observó atentamente, notando mi expresión. -¿Qué te pasa? ¿Por qué esa cara tan seria? - me preguntó, su voz impregnada de preocupación y curiosidad. Su mirada reflejaba una mezcla de incertidumbre y deseo de entender qué estaba sucediendo.

- Lo que ocurre es que he estado recibiendo mensajes sobre los nuevos reportes de los rescates de hoy -la miré con una expresión de agotamiento- y eso me impide concentrarme en las clases.

- Ay amiga, la verdad es que se nota que estás muy cansada -le respondí, mientras mantenía mis labios en una línea recta y ella me masajeaba la espalda con su mano para intentar calmarme.

- Lo sé, en todos estos días no he podido dormir bien porque he estado estudiando hasta tarde -dije con un profundo agotamiento.

-No puedes continuar de esta manera, Odi. Te puedes enfermar y eso puede tener consecuencias -me dijo con un tono suave, casi como un regalo, que no resultaba dañino para mí.

La entiendo, porque tiene razón. Además, está preocupándose por la salud de su mejor amiga, que soy yo. Desde que nos conocemos, siempre ha estado atenta y cuidando de mí, actuando como si fuera mi hermana. Aunque no compartamos la misma sangre, la considero como tal.

Ella y Oliver son personas muy especiales en mi vida; se preocupan por mí de una manera extraordinaria. Tal vez sea porque son mayores que yo, o quizás porque realmente me quieren mucho. Sea cual sea la razón, siempre estaré profundamente agradecida con ellos, ya que se han convertido en los hermanos que nunca tuve. Han sido una parte fundamental de mi vida.

Conozco a Oliver y a ella desde que tenía ocho años, mientras que ellos tenían nueve. Desde aquel momento, hemos crecido y madurado juntos, creando un vínculo tan fuerte que es como si fuésemos hermanos de verdad.

Ella me observa con una leve expresión de incomodidad, la cual rápidamente se transforma en una mirada que me resulta desconcertante, ya que ese gesto suele indicar que ha tenido una idea inesperada y peculiar.