"Y porque es su padre, temo lo que sucederá esta noche cuando las cosas que me dijo hace unos años comiencen a cobrar sentido en el reencuentro que he evitado tanto.
Tomo una profunda respiración, esperando que las imágenes de aquel año vuelvan lent...
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Aurora (20 años)
Reviso a Zafiro mientras me alejo de aquel chico.
Parece que ella está demasiado asustada como para sacar de la canasta algo más que un par de bigotes junto a su naricita, aunque heridas físicas no parece tener.
Luce igual que cuando la conocí, ocualta en una cajita que encontré junto al camino de regreso a casa y mirando suspicazmente a cualquiera que se acercara.
¿Quién diría que es un melocotón que le gusta dormir tranquilamente a mi lado o escucharme en todo momento? Definitivamente mi mejor amiga.
Suspiro pesadamente.
Mi muñeca aún duele debido al agarre de aquel chico que parece haber salido de la nada y quien me llevó corriendo tras él por ¿Qué? ¿Algunos pajaros carpinteros que lo asustaron?
La belleza de este bosque se puede encontrar entre su flora y fauna.
La vegetación crece libre como enredaderas de un verde único pero sin tocar el sendero o las orillas del pueblo, ella es libre de explicaciones u opiniones y mientras las personas no la molesten, la relación es pacifica
Una vez, algunos viajeros pasaron por aquí y encontraron una hermosa flor silvestre blanca, aquella que suele adornar las orillas del sendero durante la primavera; ellos se sintieron con el derecho de cortar algunas, por lo que obtuvieron un roce con algunas hierbas venenosas que se confundieron entre los tallos.
La naturaleza cobra caro cualquier insulto.
Mientras que los habitantes del bosque son tan tiernos como los hacen lucir en las peliculas de Disney.
Un balance perfecto.
Lo miro disimuladamente sin girar el rostro por completo, aunque mis ojos se detienen más tiempo del necesario en él y aunque no se percata de ello por estar perdido observando nuestro entorno, como si nunca antes hubiese conocido algún bosque en persona, me obligo a darle una revisada pequeñita para saciar la curiosidad.
No pasan muchos extraños por estas tierras.
Su cabello es castaño claro, semejante al caramelo derretido que suelo colocarle a las palomitas de maiz, mientras que la piel es blanca como los lienzos y aunque su flequillo roza las pestañas, estan parecen sostenerlo debido al largo que tienen.
Los ojos son almendrados y grandes, cuando me miraron hace un momento m hicieron sentir que existen maravillas fuera de lo cotidiano, sobre todo al percatarme del color miel que inunda sus iris junto a las motitas anaranjadas esparcidas en ellas.
Como alguien que convive 24/7 con una artista, puedo decir que ese pequeño toque me mantiene atraida.
Algo inusual y extraordinario.
Su complexión es delgada, incluso podría apostar que es menor por 2 o 3 años en comparación por su simple apariencia, pero cuando flexiona las manos, puedo notar como sus venas resaltan con un tono azulado similar al oceano y lucen maltratadas debido al trabajo físico.
