DOLCE MAFIA

#18

Han pasado ya dos semanas desde el rescate creer que la paz a regresado a mi vida es un eufemismo, Mimi no responde a ningún estimulo, he empezado a alimentarla yo mismo para luego escucharla llegar al baño y devolver todo, las únicas palabras que pronuncia es no puedo, al dormir veo caer sus lagrimas aunque sus ojos esten cerrados. Mi suegro y Santori han pasado por aquí nuevamente teniendo las mismas respuestas que yo, el primero ya en su frustración de padre dijo

SW: Jungkook, Mimi necesita regresar regresar a la vida, hable con unos conocidos que son médicos, tenemos que escabar dentro de ella buscando los recuerdos que la hicieron feliz tal vez podemos intentarlo

Por eso estoy aquí en el umbral de nuestra habitación donde ella se encuentra recostada en la cama como todos los días, me sente a su lado recostandome contra la cama

JK: Recuerdas la primera vez que nos vimos? Te veías hermosa con ese vestido rojo, sabes lo que pensé antes que me dijeras quien eras, Por dios por esta mujer desafiaria a mi padre para casarme con ella, el destino quería que estemos juntos

Sus ojos estaban abiertos ahora, no me miraba pero ya era un avance más

JK: El día que llegue con nuestro contrato en la mano y lo rompí sentí que necesitaba estar contigo, cuando empezamos a dormir y despertar juntos mi vida empezó a tener más luz

Pase mi mano por su mejilla, sus ojos estaban sobre los míos

JK: Eres mi luz, déjame ser la luz para ti también y regresa conmigo por favor

No supe en que momento ya estaba sobre ella acurrucado en su pecho sintiendo el latir de su corazón y sus manos pasando por mi cabello

MS: Conejito

El beso se sintió como una cascada de vida se sentía la mezcla de lo salado de nuestras lágrimas con el dulce sabor del sentimiento

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MS: No quiero separarme de ti

JK: Yo tampoco, te necesito - todavía recostandome en su pecho- Sabes hable con Taehyung, Akumi se muere por verte y hemos tenido una grandiosa idea - sus ojitos estaban atentos mirándome - Podemos irnos de vacaciones a la isla

MS: Isla? Que isla?

JK: Pues algo que no te había dicho este marido tuyo, es que tengo una isla donde soy el rey

MS: Rey?

Solo asentí mientras la tocaba lento como si fuera de cristal

JK: Bajas a almorzar conmigo? - asintió a mi pregunta

Su vestido amarillo de flores blancas la hacía ver más joven pero aún más preciosa, almorzamos en tranquilidad viéndonos a los ojos

JK: te parece si damos un paseo - Extendiendo mi mano para que la tomé hacia la puerta abierta del jardín

Se quedó inmóvil, reteniendose en la puerta de entrada

JK: Tranquila, estoy aquí contigo, no va a pasarte nada malo

Viéndome con un poco de desconfianza me siguió a través de la puerta hasta llegar bajo un árbol muy frondoso donde coloque la manta que traía ayudándola a tomar asiento

JK: Quiero que mires a tu alrededor, en todas las esquinas - Girando despacio vi como cambiaba de incredulidad a asombro

MS: Son francotiradores?

JK: Si, al que se atreva a acercarse medio milímetro terminará muerto

La tomé hacia mi mientras apoyaba su cabeza en mi pecho

MS: Jungkook se que lo que te pediré es algo egoísta, pero por favor nunca me dejes

El corazón me dio un vuelco sentí los latidos acelerados

JK: Nunca, nunca te dejaré

Su respiración se hizo más lenta como si hubiera derribado el muro que la oprimía se quedó dormida mientras la observaba deje pasar un par de horas viéndola tranquila y en paz

JK: Pastelito es hora de despertar - mientras pasaba mis dedos por su cabello

MS: Que hora es?

JK: Solo han pasado un par de horas, podemos ir a la habitación si quieres volver a dormir para que estés cómoda

MS: No, ya no quiero dormir, estoy bien

JK: Te parece si vemos una película - asintió

Nos acurrucamos en ese gran sillón teniendo delante de nosotros Roman Holliday mis manos pasean por su cuerpo y las suyas apoyadas en mi pecho, nuestros labios se encontraron en el camino dando espacio a los sentimientos que van creciendo poco a poco, mis manos bajo el vestido subiendo por sus muslos al mismo que besaba su cuello, me aparto un poco

MS: Kookie las cámaras

JK: Oh dios, mandare a quitar esas cosas de aquí

Escuché su risita al levantarla en mis brazos para irnos a nuestra intimidad.