Tu misterioso alguien [«¿Titopo?»]

Fiesta

Unos días habían pasado de ese encuentro tan curioso entre Roberto y Gustavo, ambos habían quedado totalmente cautivados y no hacían más que pensar en el otro.

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— ¿Te enteraste de la fiesta? —Preguntó Damián, el único conocido de Gustavo en ese lugar.

— ¿Qué fiesta? —Respondió con dudas.

— La de fin de año, siempre se hace a finales de noviembre o mediados de diciembre dependiendo de si entra mucha gente nueva, pero como sos el único empleado con antigüedad de menos de un año... Deberían hacerlo en unos días. —

— Ahhh...No sabía, ¿por qué no me dijiste? —

— Porque pensé que no te iban a contratar. —Contestó con tranquilidad y simpleza.

— Sos un hijo de puta. —

— Ya lo sé, igualmente. —

Topo suspiró de manera pesada y al tiempo que llegaban se acomodo un poco el cabello.

No lo parecía, pero se podría decir si uno conocía bien a Antuña, que era alguien no necesariamente "masculino".

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— Bueno, bo, ¿y que pasó con el pibe de ayer, lo volviste a ver, no? Estabas, de manera muy sospechosa, demasiado feliz cuando volviste de entregar los informes.. —Decía Pintos mientras escribía.

Musso no contestó de manera inmediata, de hecho quedó unos segundos en silencio, pensando en que responder.

— Es que, a ver...No es que me guste pero, debo aceptar que un poco llama mi atención... Igual vos acordate que recién estoy trabajando en "el temita" y que de la nada aparezca un pendejo tan...Tan, es algo significante.. —Se excusaba.

— Boe, Laura se va a terminar enterando Roberto, eh, te lo estoy avisando. No te hagas el vivo porque es una mina inteligente, yo la conozco y podrá ser todo menos boluda. —

— Sí, sí...Ya sé, es lo mismo que me decís todo el tiempo, pero me tienen que esperar un poco, no es mi culpa ser...Como soy —Se defendía.

— No, Roberto, a vos nadie te tiene que dar tiempo ni esperarte o lo que sea, si vos queres estar con alguien que no es Laura, no hagas lo mismo de siempre, separate y podés estar con quien quieras. Por ejemplo..Yo de Rosario me separe porque me dí cuenta que en realidad ya no sentía lo mismo, y después de un tiempo lo conocí mejor al Riki y bueno, paso lo que tenía que pasar, ¿no?. —Explicaba.

— Sí...Entiendo. ¿Y entonces? —Preguntó ingenuo.

— ¿CÓMO QUE "Y ENTONCES?"? —Dijó con indignación.

— Y bueno, qué sé yo...Me estoy descubriendo nada más... —

— No, Roberto, a ver...En los primero meses o al menos en el primer año te lo habría tolerado un poco, pero, boludo, diecisiete años de casados, dale, dejate de joder. No le podes seguir haciendo lo mismo de siempre a tu mujer, amigo, está mal, muy mal, o qué, ¿a vos te gustaría que Laura lo hiciera? —Sermoneaba.

— Y...La verdad que no... —Respondió.

— Y bueno, ¿entonces? Es lo mismo, al igual que a vos no te gustaría a ella tampoco, además...Ya van siete veces Rober, no da. —

— Bueno, bueno...Ya está no lo vuelvo a hacer. —

— Bueno.. Ah, y si lo volves a hacer, ya está, te separas de Laura y allá vos como sea que te vayas a manejar en adelante, no sos ningún bobo para decir que no sabes qué hacer. —