Best of me

4 2 0
                                    

Cuando volví al departamento solo había una nota de Nam que decía "no me extrañes, nos vemos a la vuelta". Un mes donde estaría sola y tendría que definir mi situación con él, huir no era una solución y tampoco era una cobarde, pero maldita sea estaba clavado en mi corazón y me dolía.

Por otro lado estaba jungkook, que aunque no lo conocía, estuvo ahí para mí en el momento más complicado, porque no lo conocí antes?, porque todo tuvo que pasar tan rápido, necesito este mes para pensar qué voy a hacer con mi vida y enseñarle a mi corazón lo que realmente necesita.

La semana pasó demasiado rápido como para contar que mi novio no se comunicó conmigo en ningún momento, solo tuve que escribirle a su mejor amiga para saber cómo habían llegado, hasta en eso me sentía una verdadera estúpida, preocupándome por él cuando él ni siquiera se volteó a saber de mí. Tomé mi ropa y dejé ese departamento donde pensé que era amada, querida y no lo que había sido, un simple capricho por un juego de pareja, ¿qué sería de mi vida cuando este último tiempo lo había enfocado en él?.

Dejé mi maleta sobre la puerta de mi antiguo departamento y salí con rumbo a la cafetería, debía darle una explicación a Jungkook. Cuando entré a la cafetería lo busqué entre los empleados que estaban detrás del mostrador, estaba con un mandil rosado recostado sobre la encimera y sus mejillas cubiertas por el cubre bocas, tenía sus ojitos de bambi perdidos en un punto ciego tristes y me sentí culpable, porque le había prometido que tomaríamos un café juntos.

- Hola Jungkook, ¿me extrañaste?...

- Hola, cariño, claro que extrañé a quien dejarle mis mensajitos en los cafés. ¿Cómo estás?

- Quería saber hasta qué hora trabajas, me gustaría tomar algo fuera de tu trabajo.

- "TIENE EL DÍA LIBRE HOY" - Gritó una chica desde el fondo de la cocina, que me hizo sonreír y al chico también.

- Perfecto, tengamos un día de Eunbi y Jungkook, ¿te parece?

Como era posible que alguien ajeno a mí, de pronto hizo que mi corazón empiece a latir como si estuviese saliendo de una maratón, Jungkook me hacía bien y solo nos habíamos visto dos veces, o yo nunca le presté atención hasta el dia de hoy, me encanta ver cómo sonríe ante cada cosa ínfima que ve, cómo se asombra por cada relato que le cuento y sobretodo cómo me presta atención a lo que le cuento, me sorprendió cuando me pidió conocer mis obras, era la primera vez que alguien se interesaba en mis cosas.

Llegamos a mi departamento y me arrepentí totalmente, porque no estaba en condiciones, había latas de pinturas en todos lados y comida regada por todos lados, el inmueble no era muy grande, tenía una cocina que se unía a un comedor improvisado y una arcada que separaba mi habitación del resto del departamento, mi cama de hierro con adornos vintage la amaba, cuando la vi en Internet terminé enamorada de esa cama, porque era como estar en un cuento, luego estaba el baño que tenía la bañadera que había enviado a colocar y el espejo que por codicia lo había dejado para mirarme siempre.

Comencé a levantar las cosas, ni bien ingresamos al departamento y me sentí sonrojada cuando pensé que Jungkook se iría luego de ver este desastre, pero no, no lo hizo y me dejó más sorprendida cuando irrumpió mi nerviosismo.

- No levantes nada , no vine a juzgar tu espacio, vine a conocer al corazón de Eunbi que está en esos ojos que tanto me gustan, perdón por ser directo, pero quiero conocer tu mundo, Eunbi, con virtudes y defectos.

Fuimos hasta la habitación donde todavía reposaba un lienzo sin usar, Jungkook tomó la carpeta que reposaba en la mesa de luz y ojeó cada uno de mis dibujos, la forma en que sus labios formaban una "o" por cada página que recorría, sus dedos detallando los dibujos, me sentía feliz, me sentía plena. ¿Será un crimen intentar sanar mi corazón con él? ¿Estaría mal hacerlo? ¿Será que me corresponde a lo que tanto anhelo?

I hate thisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora