Adachi to Shimamura (Todos los volúmenes)

Muslos llenos de marcas

Al levantarme y mirar el reloj, descubrí que solo quedaban diez minutos de este año. Obviamente no había nada emocionante esperándome al comienzo del año nuevo, pero aún me preguntaba si debería irme a la cama pronto. De todos modos, primero lo primero, necesitaba bajar mi barbilla; sentí que, si me quedaba así, con la cabeza volteada hacia arriba, las partículas de polvo que flotaban en el aire entrarían en mi nariz y boca.

El trastero convertido en sala de estudio en el segundo piso estaba tan frío como un congelador, por lo que sentarse era una experiencia bastante horrible. Todo lo que quería era acostarme y sumergirme bajo el kotatsu para que solo mi cabeza permaneciera visible. En ese caso, podrías cerrar el libro de texto, regresar a tu habitación y acostarte, ¿verdad? sugirió la parte autocomplaciente de mi mente. Desafortunadamente, ese no era el caso; me había retrasado en términos de estudio, y realmente necesitaba ponerme al día.

Me sentí como el hombre de esa leyenda, que durmió durante tres años seguidos. Si había algo que pudieras llamar algo inesperadamente positivo aquí, probablemente era mi falta de pasatiempos.

Después de todo, eso significaba que no había nada que compitiera por mi atención y motivación, y podía pasar todo mi tiempo estudiando.

"Estudiar en la víspera de Año Nuevo... Me he convertido en una estudiante bastante diligente, ¿no?" Me alabé, aunque mis palabras fueron rápidamente ahogadas por un enorme bostezo.

Honestamente, a pesar de que sabía que este año había llegado a su fin, apenas se sentía así. ¿Acaso fue porque el tercer trimestre escolar comenzaría en una semana? Es decir, no tuve la sensación de que algo realmente estaba terminando. Abril era cuando avanzaríamos al siguiente grado, y honestamente, eso me pareció más como el comienzo del año. Por otra parte, probablemente solo se sentía así para los estudiantes.

Aparté todos esos pensamientos y tomé mi lápiz de la mesa, planeando seguir estudiando hasta que la fecha cambiara. Sin embargo, tal como lo hice, sonó mi teléfono. Me sorprendí bastante por el ruido repentino. Sí, lo había traído conmigo por si acaso, pero como había permanecido en silencio durante horas, honestamente olvidé que estaba allí.

La melodía que había elegido, que coincidía con el sonido de un viejo teléfono de marcación giratoria, me hizo saber que había recibido un mensaje de texto. Tiré el lápiz, agarré mi teléfono y comprobé de quién era. Adachi.

Qué raro de su parte enviarme mensajes de texto. La mayoría de las veces, cuando tenía algo que decirme, llamaba.

"¿Estás despierta?"

Eso fue todo, el mensaje completo. ¿Era porque era medianoche que ella había dudado en llamarme? Quizás.

"Sí, estoy despierta." Y enviar.

Viendo que hubiera sido imposible para mí enviar algún tipo de respuesta si hubiera estado dormida, ¿realmente había un punto para decirlo explícitamente así? De todos modos, ese fue el mensaje que terminé enviándole. Volví a colocar el teléfono sobre la mesa, solo para recibir otro mensaje de texto segundos después.

"¿Podemos hablar por teléfono?"

Y ahí estaba. Aunque habíamos tomado una ruta ligeramente indirecta esta vez, parecía que al final, estaríamos hablando una vez más. Claro, comencé a escribir, pero pensándolo bien, probablemente podría llamarla yo misma, ¿eh? Eliminé el mensaje y comencé a revisar mi historial de llamadas para encontrar su número. Rápidamente lo encontré y presioné el botón de llamada.

Podía sentir que mi parte superior del cuerpo se enfriaba mientras esperaba que contestara, y decidí usar el tiempo para sumergirme bajo el kotatsu. Acababa de poner la manta sobre mis hombros cuando ella contestó.