¡Única parte!

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Todavía recuerda aquella noche en la que conoció a su querido novio, todas las personas estaban reunidas en el centro de la ciudad para dar el grito.

A Hyunjin le gustaba la fecha, pero no le gustaba el hecho de que las demás personas la aprovecharan para beber y hacer desorden... Realmente no valoraban el valor histórico que traía consigo la noche del grito de independencia.

Siempre veía el evento a través de la transmisión en vivo desde la ciudad de México, pero este año sus padres estaban aferrados a que debían llevarlo a vivir la experiencia en persona, al menos en su ciudad.

Cuando llegaron todo estaba hecho un lío, personas por todos lados que te impedían caminar e incluso respirar, basura rodando por todo el suelo y un olor tremendo a cerveza. Aún cuando llegaron temprano la plaza estaba repleta hasta las esquinas.

No debimos venir, no puedo respirar.

Sus padres ignoraron su comentario y lo alentaron a seguir caminando para encontrar un lugar disponible más adelante, ellos tenían habilidad para andar entre multitudes, pero él no, así que se quedó detrás, atrapado sin poder decir un simple "Con Permiso".

Pasó mucho tiempo parado allí, teniendo la esperanza de que alguno de sus padres regresara por él, esperó y esperó hasta que la gente comenzó a empujarlo hacia atrás.

Genial, estoy perdido.

Resopló de manera sarcástica, quiso darse la vuelta para salir por otro lado cuando chocó con alguien que llevaba comida, toda su camiseta blanca había quedado llena de salsa catsup, mostaza y mayonesa.

¡No! ¡Mis salchipulpos!

Elevó la vista de su camisa para ver con fastidio al dueño del alimento, era un chico rubio, quizá tenía su edad, estaba con un puchero viendo la camisa manchada.

Lo lamento... Yo, me perdí.

El chico elevó la mirada y le dirigió una sonrisa triste.

No te preocupes, es algo que suele ocurrir muy a menudo... Si quieres tener tu comida y ropa intacta no debes traerla entre multitudes, pero es que se veían tan buenos y hace mucho que no los comía.

El chico era muy platicador, le estaba dando una explicación bastante larga, seguramente si se hubiese tratado de otra persona esta lo hubiera ofendido con miles de malas palabras y luego se iría, pero no, el chico rubio no se enojó, al contrario, se estaba disculpando de igual manera.

Arruiné tu ropa, creo que traigo algunas servilletas.

Torpemente buscó en sus bolsillos provocando que la charola de salchipulpos se girara lo suficientemente dejando caer su contenido.

— ¡Ay no!

Dijeron los dos al mismo tiempo, ahora ambos tenían las camisetas llenas de salsas.

— ¿Vienes solo?

Preguntó Hyunjin al no ver a nadie acompañando al muchacho salchipulpo.

— No, vengo con mi familia, está por allá...

Volteó para buscar a sus padres y hermanas notando su rotunda ausencia.

Bueno, creo que se fueron.

— Ya somos dos, te compraré otros, sólo... Hay que salir de aquí.

Tomó del brazo al chico salchipulpo y comenzó a abrirse camino entre la gente, era gracioso que no logró hacerlo hace unos minutos pero ahora sí con la compañía de su nuevo amigo torpe.

El Grito! - Hyunlix  OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora