cap°4

235 25 2
                                    

WILLOW POV

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

WILLOW POV

Hace una semana que habíamos ido a casa de los ojeda y habíamos conocido a todos los ojeda, la verdad es que fue muy agradable, la señora omaira y el señor Manny son personas muy amables y cariñosas y sus hijas no se quedan atrás, aunque cata no se llevo mi mejor opinión cuando me hizo la bromita del secuestro, pero bueno al final se disculpo y se gano mi aprecio.

Hoy era sábado, el día se encontraba completamente despejado y hermoso, pero igual yo me encontraba en la sala de la mansión de los Ramírez arreglando unos papeles...  y de la nada veo pasar a Azura al frente mío

— ¡Por Dios saquenme de esta casa!— escucho el grito de mi sobrina

— Ya te he dicho Azura que no puedes estar saliendo sin pedir permiso — y ahí iba Andrea

— ¡Yo no tengo porque pedirte permiso a ti! ¡Mi tía Will es la responsable no tú!—

— No me levantes la voz niña grosera, te recuerdo que yo soy la mujer de tu mamá por ende me debes respeto— volteo los ojos y estaba segura que Azu hizo lo mismo

— Tú no eres la mujer de mamá, solo eres la basura que recogió en la calle, la perra que...—

—¡Oh te callas o no respondo niñita!—

— ¿O qué le harás?— voy hasta donde están ambas

—¡Willow!— ella se sorprende

—Sabes bien Rojas que tú no puedes tocarle ni un cabello a Azura o todo terminará muy mal para ti— ella traga entero— así que retírate —

— Esta no es tú casa, tú no mandas aquí —

— Pero yo si — se escucha la voz de baynor

— Señor Ramírez — veo el temor en la mujer

—Retirese inmediatamente y espero sea la última vez que escucho que alguien tan insignificante como usted amenace a mi nieta—

—Si... si señor Ramírez— ella baja la cara y se retira

—¡¡Abuelo!!— Azu corre hacia él y lo abraza

— Hola mi pequeño angelito —así es, el magnate Ramírez era todo un amor pero solo con su familia y amigos muy cercanos—  ¿Esa tonta mujer te estaba molestando?—

—Si abuelo— ella la acusa— te juro que yo estaba en el telefono hablando con alguien para salir cuando de repente ella entró a exigir explicaciones— veo como el señor frunce el ceño

—Eso no lo permitiré, Andrea debe respetarte, no sé como Valeria pudo meterla en esta casa—

—Yo me retiro —hablo

—Adelante Willow— él hombre me da una pequeña sonrisa

—Tia— miro a la pequeña— gracias —

la locura de una noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora