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🖇️ ; hilo rojo. !

Gemini siempre ha creído en el hilo rojo, a pesar de que muchos en su comunidad lo consideran una superstición. Está decidido a encontrar su alma gemela y hacer que su hilo rojo se conecte con Prim. Sin embargo, después de meses de intentarlo, no ha logrado nada.

🖇️

Gemini estaba en su cama acostado con una almohada sobre sus piernas, el teléfono en la palma de su mano mostrando la videollamada que tenía con sus amigos Phuwin, Ohm y Joong. Quienes se burlaban de él por su creencia al hilo rojo.

—¿Pueden dejar de reírse?—pidió Gemini ya cansado de las risas que se mezclaban y salían por la bocina de su celular, la burla de sus amigos ya llevaba mucho rato siendo el tema.

—Lo siento, no... —Phuwin se volvió a carcajear siendo seguido por Ohm y Joong.—No puedo.

—¡Amigo es que! —Ohm estaba que se caía casi casi de la cama por la fuerte risa que soltaba, Gemini estaba pensando seriamente en colgar.

—Gemini, ¿Aún crees en el hilo rojo?—Joong habló después de recuperarse del dolor de estómago por haberse reído de su pobre e ingenuo amigo.

—¡Es real!—Grito el pelinegro con un ceño fruncido, ligeramente molesto pues claro que era real. No era un secreto, no era su culpa que nadie creyera en el.

—Gemini, eso déjaselo a nuestros antepasados. El hilo rojo no es de los tiempos de ahora. —Phuwin rodó los ojos mientras se acomodaba en la cama.

—¿Por qué tan obsesionado? Ay Gemini, y si fuera real. Prim no es la que tiene el otro lado del hilo rojo. —Ohm le aclaró, tenían que bajar a Gemini de su nube de amor por la chica pelicastaña.

—El hilo rojo es real. Y se los voy a demostrar cuando por fin este con Prim, ya verán. ¡Se quedarán con la boca abierta cuando demuestre que el hilo rojo existe!—No sabía cómo lo haría, pero tenía que callar la boca de sus amigos que hablaban de más. Y colgó la llamada.

—Dejenlo, que se desilusioné solo. — Decía un Joong en la videollamada que aún seguía sin Gemini.

...

Gemini abrió la aplicación de Google, listo para teclear y buscar información sobre el hilo rojo, tenía que haber algo que lo ayudará. ¿No es así?

Google
Búsquedas:
“Cómo saber quién es mi hilo rojo?”

Buscando.
Buscando..
Buscando....

Resultados:
“pasos para saber quién es tu hilo rojo”

Gemini no tuvo que leer más, emocionado por tener resultados rápidamente abrió aquella página. Tal vez le funcione.

—Veamos...—susurró listo para la lectura.

«Paso 1; Prueba del tirón.
Cuándo estés cerca de la persona, mueve tu mano bruscamente dónde está colocado el hilo rojo, si la persona tropieza o es atraída hacia ti, es porque  jalaste el hilo rojo que los conecta.»

El chico alto, sorprendido y emocionado por aplicarlo mañana en la escuela estaba que saltaba de la emoción. ¡Está prueba era muy buena! ¡Mañana la pondría a prueba!

....

Gemini le había contado a sus amigos, y ellos simplemente le dijeron que se dejará de ridiculices, pero no hizo caso. Y ahora mismo estaban en cafetería esperando que Prim llegará al lugar, así fue, a los minutos una cabellera larga y pelicastaña se hizo presente.

—Llego el momento. —le susurró Gemini a sus amigos, quienes solo rodaron los ojos y siguieron comiendo.

El alto se levantó y disimuló ver los menús mientras se acercaba a Prim, para poner el plan en marcha. ¡Era hora! Con un movimiento sigiloso pero brusco movió sus manos hacía su dirección esperando ver la prueba.

Pero en Prim no se movió, ni siquiera un tropezón, o un movimiento en falso. En su lugar un chico pelicastaño bajito que caminaba con su jugo tropezó casi cayendo, eso fue visto por los amigos de Gemini que se miraron con una ceja alzada, el chico maldijo por lo bajo y siguió su camino.

Norawit llegó a la mesa de sus amigos decepcionado por la prueba fallida. —No pasó nada amigos...

—Gemini—Habló Ohm tratando de decirle que un chico a solo unas mesas había reaccionando a su tirón.

—¡Me frustra! Solo con esto del hilo rojo puedo tener la oportunidad de salir con Prim, ¡Pero nada me sirve!—se estaba empezando a alterar un poco es que de verdad le gustaba la chica.

—Gemgem—Fue el turno de Joong de llamar su atención porque el chico del que le querían hablar ya se estaba yendo.

—Pero no se preocupen chicos, debe haber más pasos y los seguiré. Tal vez este no era cien porciento efectivo. —Habló poniendo sus codos en la mesa para recargar su cara en sus manos, pensativo de lo qué pasó.

El bajito ya se había ido, maldijeron los tres amigos por lo bajo. Norawit los vió con una ceja alzada.

—¿Qué pasa?—preguntó

—Nada.. Ya nada, Gemini. —Dijo Phuwin volviendo a comer, incluso tal vez la caída había sido mera coincidencia.

O no...

💭JSKSJS me saco mil historias d la nada