Slumber Party

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Freen Pov

Empezamos con la típica escena cliché.

Camino por los pasillos de la universidad, lo que escucho a mi alrededor son murmullos de la gente ignorante. Miradas puestas en mi, el sonido de mis zapatos tocar el suelo, cada vez, siendo más fuertes el sonido que emiten los pasos.

Sin emoción alguna, llego a la puerta de mi casillero, abriendolo, sacando lo necesario para la clase que me tocaba, la clase de historias, sería fácil.

La campana sonó, anunciando las clases
Todos se habían marchado con amigos a sus respectivas clases.

—Te veo luego cariño — escuche a mi lado derecho, observe, encontrándome con mi compañera de habitación Becky

Y su novio, Nut.

Ambos se despidieron con un beso, observe como Becky lo abrazaba por el cuello.

Menos pudo importarme.

Pero Becky no era ciega, ella sabía que estaba ahí.

Becky, a espaldas de Nut, mientras lo besaba, abrió sus ojos, mirándome.

Hizo una seña a espaldas de Nut.

Una seña para mí.

Al mirarla, solo di una sonrisa ladina. Mi Becky, como siempre, traviesa.

" 👉👌"

Omnisciente

Un fuerte sonido se escucho en un cubículo de aquel baño de  la universidad.

Dentro de este, se encontraban Sarocha y Armstrong, ambas exitadas y perdiendo la poca cordura que les quedaba.

La pelinegra, con rapidez le quito el saco a Becky, dejándola con aquella camisa blanca. La rubia empezó a desabotonar la camisa de la pelinegra.

Ambas pérdidas en un beso.

Ambas se detuvieron al escuchar la puerta del baño ser abierta.

—Apúrate, tenemos clases — las dos guardaron silencio al escuchar aquella voz femenina.

— Shh~ Silencio, Beck — tapo la boca de la rubia con si mano.

—No tardaré, espérame — escucharon la voz de la mejor amiga de Becky.

Noey estaba ahí con Nam.

Y para su mala suerte, entró al cubículo que estaba al lado de donde ellas se encontraban.

Trataron de guardar silencio, lo único que escuchaban ellas, era el sonido de sus agitadas y exitadas respiraciones.

Pero la adrenalina se apoderó del cuerpo de Armstrong.
Lentamente, comenzó a masturbar el erecto pene de la pelinegra.
Esta empezó a gruñir en el oído de la rubia.

Ambas estaban más que exitadas.

—¿Escuchaste eso?— preguntó Nam, cuando logró escuchar un gruñido proveniente de un cubículo.

Fifty Shades of Freen and Becky. G¡PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora