𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏: 𝐔𝐧 𝐦𝐞𝐧𝐬𝐚𝐣𝐞 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐬𝐨𝐦𝐛𝐫𝐚𝐬

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Edward llevaba décadas vagando entre los mortales, escondido en las sombras de la humanidad, sin permitir que nadie entrara en su vida. No porque no quisiera, sino porque sabía el peligro que representaba. Su existencia como vampiro le había enseñado una dolorosa lección: apegarse a alguien significaba inevitablemente perderlo. Las décadas pasaban, los humanos envejecían y morían, y él seguía igual: eterno, inmortal, solitario.

Pero una noche, mientras revisaba Instagram bajo uno de sus alias, algo lo detuvo. Una cuenta en particular captó su atención: @/luzdeceleste. Era el perfil de una chica joven que parecía irradiar vida. Su rostro, en cada foto, le transmitía algo que no había sentido en mucho tiempo: calidez. Ella no era como los demás. En vez de las típicas fotos superficiales, Celeste compartía paisajes que Edward reconoció como los mismos que había visto a lo largo de los años en sus interminables viajes, acompañados de citas sobre la vida, la libertad y el amor. Había algo en ella que lo inquietaba, algo que le hacía querer saber más.

Pasó varios días pensando si debía escribirle o no. Sabía que involucrarse con una humana siempre era un error, pero por alguna razón, no podía dejar de pensar en ella. Finalmente, una noche, tomó su teléfono y escribió un mensaje directo.

- "Hola. No suelo hacer esto, pero tus fotos son hermosas, y las citas que compartes me han hecho pensar en cosas que creía olvidadas. ¿Te gustaría hablar algún día?"

Edward esperó, con una paciencia casi inhumana, la respuesta. Los minutos pasaron como horas, y cuando finalmente el teléfono vibró, sintió algo que no había sentido en mucho tiempo: nervios.

- "¡Hola! Gracias, me alegra que te gusten mis fotos. Siempre me ha gustado compartir lo que veo y lo que siento. No suelo responder a mensajes de desconocidos, pero hay algo en lo que dijiste que me hizo querer saber más. ¿A qué te refieres con 'cosas que creías olvidadas'?"

El corazón muerto de Edward latió, o al menos así lo sintió en ese momento. Su instinto de supervivencia le decía que dejara la conversación ahí, que no se involucrara. Pero algo más fuerte lo impulsaba a seguir.

- "Supongo que hablo de cosas como el amor, la libertad... Hace mucho tiempo que no me permito sentir esas cosas. La vida me ha llevado por un camino muy solitario, pero al ver tus fotos, me recordaste lo que se siente estar vivo."

Del otro lado de la pantalla, Celeste sonrió al leer las palabras. No podía explicarlo, pero había algo en la forma en que Edward escribía que la intrigaba profundamente. No parecía uno de esos chicos superficiales que solo buscan atención. Su tono era melancólico, misterioso, pero sincero.

- "Eso es muy profundo. A veces siento lo mismo. La vida puede ser solitaria, pero trato de encontrar la belleza en lo pequeño. Supongo que es mi manera de sentirme conectada con el mundo. ¿Y tú? ¿Por qué te sientes tan solo?"

Edward cerró los ojos y respiró profundamente. ¿Cómo le iba a explicar a esta chica, una humana, que su soledad era el resultado de siglos de inmortalidad, de la pérdida interminable de aquellos que había amado?, No podía decírselo, al menos no todavía.

- "Digamos que he tenido una vida... complicada. Las personas que me rodeaban ya no están, y eso me ha dejado aislado. Pero supongo que todos tenemos nuestras historias tristes, ¿verdad?"

Celeste se mordió el labio. Quería saber más, pero algo le decía que Edward no era alguien que hablara fácilmente de su pasado. Así que decidió cambiar el tema, suavizar la conversación.

- "Bueno, no quiero ser una más de esas historias tristes. ¿Qué tal si tratamos de alegrarnos un poco? Cuéntame algo que te haga feliz. Lo que sea."

Edward sonrió frente a la pantalla. Hacía tanto tiempo que no pensaba en lo que lo hacía feliz. En su mente, vinieron recuerdos antiguos, de paisajes nevados, cielos estrellados, pero todo eso pertenecía a otro tiempo, a otra vida. Entonces pensó en algo simple.

- "Las noches como esta. Donde todo está en calma y puedo disfrutar de una buena conversación. Eso me hace feliz."

- "A mí también," Respondió Celeste rápidamente. "Me encanta la noche, hay algo en el silencio que me hace sentir en paz. A veces salgo a caminar cuando todo está tranquilo. Me hace sentir conectada con el mundo."

Edward sintió una conexión aún más profunda con ella en ese momento. Celeste no lo sabía, pero su afinidad con la noche la acercaba más a su mundo oscuro de lo que ella podría imaginar. Pero en lugar de asustarlo, la idea de que compartieran algo en común lo llenaba de una extraña esperanza.

- "Quizás algún día podamos caminar juntos bajo el cielo nocturno,". Escribió Edward sin pensar demasiado en las implicaciones de sus palabras.

Celeste rió suavemente mientras leía el mensaje.

- "Tal vez. Aunque tendrás que prometerme que no eres un asesino en serie ni nada raro."

- "Nada raro, lo prometo. Aunque soy muy bueno guardando secretos," Respondió Edward, con un tono juguetón.

A lo largo de las semanas, los mensajes entre Edward y Celeste continuaron. Cada conversación revelaba un poco más sobre ellos, aunque Edward siempre mantenía en secreto su verdadera naturaleza. Sin embargo, cada día que pasaba, se sentía más atraído hacia ella. Sabía que estaba cometiendo un error al permitir que sus sentimientos crecieran, pero no podía detenerse. Cada conversación, cada risa compartida lo hacía sentir más humano de lo que había sentido en siglos.

Pero en el fondo, Edward sabía que había un límite, una barrera que no debía cruzar. Porque, tarde o temprano, Celeste descubriría la verdad. Y cuando eso sucediera, todo cambiaría.

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PRIMER CAPPP, espero les haya gustado 💗

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⏰ Última actualización: Sep 17, 2024 ⏰

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𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐥𝐚 𝐒𝐨𝐦𝐛𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐂𝐫𝐞𝐩ú𝐬𝐜𝐮𝐥𝐨-𝐄𝐝𝐰𝐚𝐫𝐝 𝐂𝐮𝐥𝐥𝐞𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora