Donde por situaciones inesperadas Emmett conoce a una mujer que le daria un giro de ciento ochenta grados a su vida sin que el siquiera llegara a hacer algo al respecto
canon character x oc
fem oc x canon
male oc x canon
Emmett Cullen fanfiction...
𝓐𝓭𝓿𝓮𝓻𝓽𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪: mención de diferentes tipos de abusos, mención de problemas mentales y psicológicos
★Por favor, no sean lectores fantasmas. Llevo mucho tiempo trabajando en este proyecto y apreciaría mucho si me apoyaran para que llegara a otras personas, comenten y voten, me encanta leer comentarios y agradezco todo el apoyo que puedan darme, sin más que decir, gracias por leer★
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓢𝓮𝓰𝓾𝓷𝓭𝓸
𝓘𝓷𝓬𝓻𝓮𝓶𝓮𝓷𝓽𝓸
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‧₊˚🖇️✩ ₊˚🎧⊹♡ 15 de septiembre de 2007
¿Nada como una coñaza para empezar el día, no? Tal vez, si Tal vez, no; sin embargo, allí estaba Violet, la camilla se sentía fría debajo de sus piernas expuestas. Jonathan, a unos centímetros de ella, yacia completamente dormido en el asiento a un lado de la camilla mientras ella era atendida por Carlisle, el chequeo había sido lo de menos, el alcohol antiséptico que usaba para limpiar sus heridas era el verdadero problema. Una mueca de dolor se formó en el rostro de la ojivioleta cuando Carlisle, quien hacía todo lo posible por ser delicado con ella, volvía a pasar la gasa con alcohol por las heridas abiertas de sus nudillos. La mirada de la mujer se poso en Jonathan por un momento cuando el rubio tuvo piedad de ella y retiró la gasa, sonrió levemente al verlo dormir tan plácidamente, aunque sintiéndose un poco culpable al respecto, estaba profundamente metida en sus propios pensamientos hasta que escuchó la voz del doctor
— ¿Hace cuánto están saliendo? — preguntó con voz suave el rubio, sacando a la ojivioleta de sus pensamientos que no pudo evitar avergonzarse un poco al procesar la pregunta
— ¿Ah? No, no estamos saliendo — Una pequeña risa nerviosa se escapó de sus labios, miró nuevamente al chico que dormía profundamente en aquella dura silla del hospital por un momento antes de volver a mirar a Carlisle, el cual no podía evitar mirarla a los ojos, sintiendo una clara curiosidad por el color de sus ojos — Es mi amigo, no tengo novio —.
La expresión de sorpresa en el rostro de Carlisle al terminar su oración la hizo sentir como si hubiera dicho la cosa más insólita del planeta, más aún, cuando la respuesta de Carlisle fue casi automática con un: — ¿De verdad? — cuestionó, con la sorpresa que sentía plasmada en su rostro — ¿Y no quieres? Porque tengo un hijo completamente soltero que podría ser tu tipo — soltó de la forma más natural posible, la mujer alzo ambas cejas un poco sorprendida antes de soltar un risa. La cual pudo escuchar un chico bastante alto y fornido que se hallaba sentado afuera de la habitación junto a su hermano. Emmett Cullen, el hijo del doctor que atendía a Violet, no pudo evitar que la intriga lo invadiera al escuchar la risa y la melodiosa voz de la mujer, la curiosidad lo consumía, todo en el le decía que entrara, la había visto muy poco, pero había sido lo suficiente como para que la intriga por ella lo dominara
— Podria considerar la oferta, señor Cullen — contestó en un tono juguetón, mientras el rubio se encargaba de cubrir sus heridas en las manos con gasas limpias — aunque me temo soy un poco exigente con mis gustos, sería un completo azar del destino que su hijo soltero fuera ese lindo que está allá afuera con sus hermanos más bajitos —. Fue como si el sonido de la lotería resonara en la cabeza del rubio, el cual le dió una veloz mirada un poco juguetona haciendo que la mujer soltara un leve sonido de sorpresa — ¿De verdad? — cuestionó sorprendida, recibiendo una respuesta afirmativa de parte de del mayor, haciéndola soltar una risa genuina — bueno, en ese caso... Lo pensaré —.
El rubio sonrió levemente siguiéndole el juego, mientras pensaba que tal vez, esa mujer sería su salvación de las quejas de el más grande por no tener novia, a diferencia del resto de la familia, incluyendo la propia Rosalie que fue hasta el para que lo salvara al encontrarlo medio muerto tras el ataque de un oso
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15 de septiembre de 1997
La naturaleza de la sala de espera de un hospital siempre habian sido una pesadilla recurrente, el ambiente frio, las luces blancas que le quitaban el sentido hogareño de su hogar que la hacian sentir segura, y aquel ambiente desolador de ansiedad y preocupacion que le ponia los nervios de punta. Maria podia desearle las peores cosas a sus peores enemigos, pero, estaba segura, que incluso al ser mas vil del mundo, jamas le desearia tener que esperar las noticias de tus seres queridos despues de verlos desangrandose minutos atras. Cuando era tan solo una niña, un doctor una vez dijo que no estaba seguro de como su hermana estaba viva, estimando a su vex que si no moria joven iba a ser un milagro, considerando que venia muriendo desde el calido y reconfortante vientre de su madre; Violet, la bebe a la que los doctores y enfermeras que asistieron el parto llamaron bendecida por seguir viva, talvez iba a ser vicitma de la prediccion de aquel doctor que ahora maldecia.
La morena yacia alli, en aquella desoladora sala de hospital, sus manos sudaban y su corazon parecia querer detenerse, tenia entendido que cuando tenias un ataque al corazon, primero esta latia tan rapido como la velocidad de un auto de carreras. Mordiendo su labio con fuerza, intercambiandolo paulatinamente con sus uñas, para que su ya hinchado labio inferior tuviera un descanso, un dolor punzante que le erizo la columna y el sabor metalico de sangre invadio su lengua, alejo sus dedos de su boca para mirar como la mordida de su caninos habia traspazado la piel de sus dedos, observando como el color carmin corria ligeramente entre sus dedos, sangre.
Alzo la mirada , la sala de espera daba a la sala de emergencias, un charco rojo
Un camino de sangre, ligeramente salpicada por las pisadas de los doctores de corrian rapidamente intentando socorrer a su hermana, en su historias habia escritos muchas escenas asi, pero, nunca penso que seria tan abrumadora la sensacion. Se hacia una idea de lo que seria, mientras deseaba nunca tener que vivir algo asi, era como si de tanto describirlo, lo hubiera manifestado
Se maldijo asi misma, maldijo tres veces mas al doctor y su premunicion de mierda, maldijo a su hermana por ser tan terca, y maldijo al hijo de puta que le habia hecho tanto daño a su hermana