A mi Aurelien:
Lo que más me dolió hoy no fue que me hayan golpeado y burlado de mí por mis gustos, sino que tú estuviste entre ellos. A pesar de esto, yo te seguiré amando como lo hago todos los días, aunque ahora sé que no te importo en lo más mínimo.
Extraño cuando sólo éramos tú y yo, cuando éramos Tchouameninga. El día qué me dejaste solo y me diste la espalda, fue el día en que mi mundo se derrumbó.
En fin, en la clase de artes, estoy haciendo un retrato de ti. Arda me preguntó quien era, y yo no le respondí. Aunque era bastante obvio.
Con dolor:
Eduardo