parte única

264 33 1
                                    

Jimin amaba a Minjeong, la amaba con todo su corazón y su lobo también, pues la reconocía como su omega. Así que estaba totalmente loca por ella, le gustaba abrazarla, besarla, tenerla entre sus brazos para acariciarle el cabello, todo mientras veían series en su laptop, debajo de las sábanas y sobre todo, disfrutaba de marcarla con su aroma.

Amaba la suave lavanda que su novia portaba, pero últimamente no podía evitar marcarla con su fuerte y penetrante olor a canela, ya que le encantaba la combinación que se creaba entre ambos olores.

Jimin mentiría si no dijera que le parecía romántico oler su propio aroma sobre su preciosa novia, era algo que le aceleraba el corazón cada vez que sucedía y lo curioso es que Minjeong parecía no notarlo, siempre caminaba tranquila sin percatarse del aroma ajeno sobre ella.

Marcar a Minjeong de esa forma se había convertido en una pequeña adicción en la alfa, algo que simplemente disfrutaba en cada oportunidad, no solo por el resultado, también le gustaba el proceso, sentía que era algo de ambas, una mezcla de sus olores como esa denotaba lo enamoradas que estaban.

Por otro lado, Minjeong sabía que su novia era bastante apegada a ella y que sobre todo, podía llegar a parecer una cachorra caprichosa que solo quiere tenerla para ella sola, pero no le molestaba, de hecho se le hacía tierno cada vez que Jimin hundía su nariz en su cuello para refrescarse con el olor a lavanda que desprendía, todo mientras se aferraba a ella, como si tuviera miedo de que se fuera.

Al principio pensó que era algo exagerado, pues cuando pasaban tiempo juntas Jimin demandaba toda su atención como una niña pequeña y mimada, incluso podía hacer berrinche si Minjeong la ignoraba mientras hablaba.

Y a pesar de todo eso, Minjeong creía sinceramente que Jimin era la alfa más atenta, considerada y sobre todo, amorosa, porque ninguna de sus anteriores parejas demostraba amarla así de fuerte. Volvía más romántica la forma de actuar de la alfa porque no tenían una marca y aún así sentían un vínculo mutuo, menos fuerte que el que tendría una pareja enlazada, pero al menos podían sentir un poco el cambio de emociones en la otra.

Minjeong estaba enamorada de ella, sin duda alguna amaba sentir sus labios besandole las mejillas, pómulos, frente, labios y terminando con un piquito en su perfecta nariz.

Aunque algo que había comenzado a notar recientemente era la forma en que Jimin siempre le pedía un abrazo bastante largo y pegado cada vez que se despedían, pareciera que estaba desesperada por hacer algo al abrazarla, pero nunca hacía nada, solamente la rodeaba con sus largos brazos por varios minutos y después le pedía alzar un poco su rostro para poder olisquear ahí mientras la apretaba más contra sí misma. La primera vez que ocurrió, Minjeong creyó que era algo con una connotación más subida de tono, así que no supo que hacer, pero en cuanto supo que no era así, comenzó a relajarse y disfrutarlo.

Era raro, pero no la ponía incómoda así que le daba igual, sea lo que sea que estaba haciendo no la afectaba, al contrario, siempre que hacía eso un sentimiento cálido de seguridad inundaba su pecho y la hacía estar tranquila todo el día.

Estaba feliz de tener a Jimin con ella.

──────────────────────── ♡︎

Minjeong se encontraba caminando hacia el lugar donde se encontraría con su amiga Aeri, ambas irían a comprar algo de ropa para pasar el rato y después decidirían en qué casa dormirían, si en la de Yizhou o en la de Minjeong, pues querían hacer una pijamada.

La coreana caminaba sin ponerle mucha atención a su entorno, solamente estaba pensando en el regalo de aniversario que le daría a Jimin, aunque aún no estaba segura de qué haría exactamente.

feromonas | winrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora