Sergio estaba realmente emocionado porque recientemente había llegado otro piloto latinoamericano a la fórmula uno, sentía y tenía la necesidad de acogerlo como se debía para que este se sintiera en casa.
Anteriormente pasaba las tardes con su novio Max después de cada carrera o práctica para pasar el tiempo en pareja como correspondía.
Pero en las últimas dos carreras Max se quedaba esperando fuera de la habitación que tenían los pilotos en el paddock, Sergio nunca aparecía, y si lo hacía era con Franco Colapinto a su lado.La sangre de Max hervía en su interior, sus palmas picaban de los celos que sentía al verlos los dos juntos, sentía que ese "mocoso" —que era como él lo llamaba— se estaba robando el tiempo de su novio, de su propiedad.
Ese día no era le excepción.
Estaba enojado por el puesto en el que había quedado es el circuito de bakú, y preocupado por el choque de Sergio. Todo lo que quería era abrazar a su novio y que le diga que todo estaba bien, que no importaba en el puesto que quedara, que era el mejor de todos. Pero ahí estaba, junto a otro hombre, riendo, como si no hubiese chocado hace menos de veinte minutos.
Su enojo llegó hasta tal punto que le dolía el estómago y sus mejillas se pusieron rojas.—Al menos estás bien, amigo, fue un choque bastante fuerte.
—¿Y que me dices de ti? Sumaste puntos en menos de dos carreras.
—Nah, pero el importante sos vos.
Iban abrazados caminando, pasaron por al lado de Max y Checo ni siquiera se dio el tiempo de mirarlo o saludarlo.
Pero Max no dijo nada. Por ahora.La noche no se hizo tardar, y el neerlandés ya estaba en el departamento que tenían en ese país junto a su novio. Lo estaba esperando porque ya eran altas horas de la noche y él no se dignaba a llegar.
En eso, las llaves de una persona resonaron detrás de la puerta, llamando la atención de Max, que ya sabía quién era y lo esperaba sentado en el sillón.
Pero su mirada ni siquiera se enfocó en el semblante del ajeno, sólo esperó que entrara y cerrara la puerta.—¿Qué horas son estas para llegar?
Pregunta Max, cruzándose de brazos en el cómodo sofá, pero podía ver el reflejo de su pareja por medio de la televisión apagada.
—¿Ahora me vas a controlar a la hora que llego también?
Al escucharlo responder se levantó con enojo, pero estaba tranquilo, no hizo nada al respecto. Lo miró con el ceño fruncido y dudoso.
—Sergio, ¿estuviste tomando?
—No me controles, Max.
Dice Sergio, mirándolo de reojo. Max se acerca cauteloso al cuerpo más pequeño y se detiene enfrente suyo para comenzar a oler cerca de sus labios, Pérez apartó la mirada y empujó su cuerpo hacia atrás para que no lo pueda ver.
—¿De nuevo te fuiste con ese mocoso?
—Franco no es ningún mocoso, tiene talento.
—Claro, talento con otras cosas también.
Menciona el rubio, intentando conectar de muchas maneras sus miradas, al ver que no podía tomó su mejilla e hizo mirarlo.
Sergio estaba sonrojado por los efectos del alcohol, pero estaba bien, ya que podía controlarse.No dice nada y mira fijamente a su pareja, justo con aquella mirada sumisa de Pérez, esa que volvía loco a Max.
—Estoy enojado.
—Desquitate conmigo.
Apretó la mandíbula al recordar con quién había estado el hombre, ya que en sus fosas nasales apareció un perfume que no era ni suyo ni de Checo.
Suspiró pesado y bajó su mano hasta el cuello del ajeno sin hacer mucha presión en ese lugar.
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mío || chestappen
Fanfictionone-shot donde max está celoso de la relación y conexión que tenían checo y colapinto, le reclama y recibe un castigo merecido.