Âme Soeur |Charles Leclerc|

0. Down Bad

19 de Julio del 2021.
Le Castellet, Francia.

Leah.

Existen breves momentos en la vida en los que te das cuenta de que las cosas no van como uno quisiera. A veces, nos cuesta admitir que las decisiones que elegimos para nuestra vida fueron acertadas y cuando nos damos cuenta el golpe de realidad suele derribarnos al suelo.

Al principio me costó entender que casarme con Elliot había sido un error, de hecho el día de nuestro matrimonio no tuve ni un segundo de felicidad instantánea porque su familia estaba presente y recuerdo solo haber fingido ser feliz por el amor que sentía por ese chico.

Por eso me negaba a pensar que el supuesto amor de mi vida me estaba engañando. Había dejado mis sueños y a mí familia por él, era imposible que pudiera hacerme la primera y única cosa que le pedí para nuestro matrimonio.

—Leah...— mi mejor amiga comenzó hablar después de ver el auto de Elliot ingresando a un hotel—No estoy segura de lo que ví, quizás deberíamos regresar...

—¿Era esa chica?— pregunté con precisión.

Leslie asintió con el rostro llenó de preocupación.

—¿Y si es un malentendido?— dudó por unos segundos—No quiero llevarme mal con Elliot por esto.

Me pasé las manos por el rostro y solté un sonido de frustración.

—Su madre estuvo todo el maldito año restregandome en la cara a esa idiota— murmuré enfurecida—No puede ser verdad...

—No hagamos nada de lo que te puedas arrepentir, Leah. Mejor vamos a casa y le preguntas una vez que estén en su habitación...

Y una mierda. Estaba en el mismo lugar y no iba a dejar pasar la oportunidad de ver la verdad con mis propios ojos. En ese momento todo lo sucedido en la última semana tomó sentido, la lejanía de Elliot, lo cansado y agotado que llegaba después del trabajo, las salidas con sus amigos que duraban hasta la madrugada y el que apenas me daba un beso en las mañana como saludo de buenos días.

Hijo de...

—¡Leah, espera!— gritó Leslie en cuanto bajé del auto a toda prisa.

Había tomado una decisión. Iba enfrentar a ese maldito idiota y lo iba hacer pagar por todos los años que perdí de mi vida por él. No tenía un plan ni mucho menos la fuerza para no llorar, pero estaba segura de lo mucho que necesitaba ver con mis propios ojos la verdad.

—¡Leah!

Ignore el segundo llamado de mi mejor amiga. No me detuve a pensar ni un segundo si me vería como una loca por entrar a la recepción tan alterada y con lágrimas en los ojos.

—¿En qué la puedo ayudar...?

—¿Cuál es la habitación de Elliot Dubois?— dije con rapidez.

—¿Elliot Dubois?— la recepcionista me miró extrañada.

Respire hondo un par de veces antes de inclinarme un poco más hacia ella.

—Sé que sabes quién es Elliot Dubois, acaba de llegar hace unos minutos y no es como si todo el mundo no conociera a su familia.

—Señorita...

—¿¡Dime en qué habitación está?!

—Leah— Leslie intentó calmarme— Por favor, no te dejes llevar por tus impulsos. Luego te puedes arrepentir y...

—¡¿Entonces para qué me dijiste que lo viste con esa estúpida?!

—Yo pensé que era lo correcto...— ella retrocedió.