30 días OTP 🎭||~(Mr.Smile x Alice)~||💚

🎭 Día 1: Tomados de la mano💚

Otra jornada nocturna más,otra migraña nueva más. Lo más común que puede sucederle a Alice.

Era un jueves por la noche en dónde el Bar "Luna Llena de Lobos" se encontraba abierto y en dónde los clientes se embriagaban y fornicaban como si no hubiera un mañana. Una noche cualquiera se podría decir.

A excepción de Alice quien al supervisora lidiaba con cada nueva responsabilidad y/o problema que se le presentará dentro del establecimiento. Si no era por un intento de acoso por parte de los clientes hacía sus empleados era por otro reclamo de su jefa Amelia,todas esas cosas agobiaban a la castaña que daría lo que sea por mandar todo a la mierda y dedicarse a descansar toda la semana hasta que no tenga más quejas y reclamos que le provocasen dolor de cabeza.

Todo era un fastidio para la castaña,bueno,toda su vida se ha basado en completo fastidio y problemas. Sobretodo en puros problemas.

Pero ¿Que podía hacer al respecto? De alguna manera tenía que acostumbrarse a ese hábito de recibir quejas y quejas todos los días  cada vez que pone un pie en aquel establecimiento,después de todo era supervisora y como tal tenía que cargar con esa enorme responsabilidad por no decir "peso".
Y de alguna forma podría vivir del dinero que gana después de cada jornada laboral,así que ahí tenía una pequeña ventaja.

Aunque también tenía otra pequeña ventaja,aunque no quisiese reconocerlo,y ese era que cada que sus días se encontraban estresantes o demasiados aburridos al terminar su trabajo siempre contaba con cierta persona que lograba hacer sus descansos entretenidos o relajantes.
Aunque fuese un sujeto de lo más raro,sociopata,sádico,anticuado y excéntrico lograba entretenerla. No se sabía pero lo hacía.

Ya sea llevándola a beber o a comer a algún lado,a bailar o simplemente salir a caminar mientras conversaban de cosas triviales o de algún chiste en particular.

Era una costumbre que ambos tenían,después de cada descanso o terminando su hora de trabajo Mr.Smile la esperaba afuera del establecimiento mientras Alice quedaba con la sorpresa en dónde sería su próximo lugar donde disfrutar el momento lejos del aburrimiento y estrés que vivía en el Bar.

Y justamente eran uno de esos momentos que la castaña se sentía sumamente estresada como también aburrida. Ya no encontraba nada más que hacer,ya había ido a supervisar que los clientes no se encontrarán insatisfechos por un mal servicio,había puesto su poca paciencia a prueba con la quejas y sermones y aseguró que los empleados tanto strippers,meseros y demás no tuvieran algún problema con algún cliente ¡Ya no encontraba nada más que hacer! Incluso intentó distraerse con su teléfono mirando las redes sociales o escuchando música pero teniendo las bocinas a todo volumen retumbando el sitio no lograba oír ni siquiera así misma por lo que tampoco funcionó.

Directamente se empezando a desesperar,mucho más de lo normal. Estaba harta de todo su alrededor,no quería saber nada del trabajo,así que se dispuso a salir del establecimiento con el fin de fumar un cigarrillo un rato para despejar su mente.

–¿Dónde está el maldito mocoso cuando lo necesito? —Se dijo así misma una vez estando afuera sacando un cigarrillo del bolsillo de su gabardina. Aquel enmascarado siempre aparecía cuando estaba ocupada,incluso en momentos donde se encontraba en una situación seria,pero ahora que no tenía nada que hacer ¡No estaba! recargó su espalda contra la pared llevándose el cigarrillo a sus labios encendiendolo con ayuda de un encendedor.

Había pasado alrededor de veinte minutos desde que la castaña salió a fumar un rato,es que de verdad no tenía nada que hacer,y regresar adentro a soportar más quejas y reclamos no era una opción que estuviera dispuesta a hacer,realmente estaba desesperada.

–¡Ahg..! Que puto fastidio. —Se quejó dejando escapar el humo contenido dejando que se extendiera por el aire.

–...Si sigue consumiendo esa cosa lo único que conseguirá será dañar sus preciosos pulmones... —Una voz carismática y familiar se escuchó haciéndola reaccionar a mirar al responsable. Y en efecto era el aquel enmascarado sonriente quién llevaba sus manos detrás de su espalda.