8

89 22 0
                                    

Después de un rato, me levanto y me encamino hacia casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de un rato, me levanto y me encamino hacia casa.

Casa.

La palabra carece de toda comodidad. 

Es un proceso lento. Me duele el cuerpo, se siente golpeado y pesado con cada zancada. Es de noche aún. No hay coches transitando a través del silencioso vecindario. Mis suelas raspan contra el pavimento. 

Sigo el camino de la serpenteante acera, mirando mis zapatos caen uno tras el otro contra el blanqueado concreto. Giro en la esquina de mi calle. Acercándome a la casa de la señora Hennessey, miro hacia arriba. 

Unos faros doblan la esquina opuesta, y cada vez se hacen más grandes. Me aparto de la acera, distanciándome de la calle. El vehículo ahora esta más cerca a la casa de la señora Hennessey, su motor es un pesado ronroneo. 

Es lento. 

Y yo también. 

Pero no necesito que nadie descubra que he estado fuera esta tarde. No necesito que algún amigo de la señora Hennessey u otro vecino le mencione esto a mi madre. 

Y por ahora, puedo decir que no es un coche. ¿Es un camión? El parabrisas destella como un espejo mientras este se detiene más cerca de la acera. Mi piel se estremece y mi pulso acuchilla contra la carne en mi cuello. 

He visto suficientes programas de crimen en la televisión como para sentir la aprehensión instantánea. Y sé lo suficiente como para confiar en mis instintos. 

Me mantengo retrocediendo hacia la oscuridad, mientras trato de caminar. Entonces espero, observo, y evalúo con un vistazo rápido de mis ojos. Trato de contener mi aprehensión antes de que esta explote en completamente, causando un subidón en mi escala de miedo y haga que me manifieste... asumiendo que aun pueda hacerlo.

Entonces lo veo. Tiene una barra de luz en la parte superior, iluminada. Como si estuviese en modo sigiloso. Observo y comprendo. 

Estaban aquí. 

Donde yo vivo. 

Acosándome. 

De alguna manera ellos lo habían adivinado. Descubriendo mí verdad. Tal vez Hyunjin —por fin—me había reconocido del pasado y ahora estaba aquí revocando su acto de misericordia, de ese día en las montañas. 

Me habían encontrado. Las armas de Land Rover estaban hacia adelante, apuntándome. Girándome, empiezo a correr. 

La adrenalina bombeo a través de mí, anulando mi cansancio de hace unos momentos. Estoy siendo cazado de nuevo. Excepto que esta vez estoy en una ciudad extraña. En un cuerpo que ya no conozco. 

Antes, con este miedo, me habría manifestado al instante. Era un instinto draki difícil de resistir. Pero ahora que seguía aferrado a mi forma humana—sólo podía significar que estaba muriendo, debilitándome. 

Alma De Fuego | HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora