Mansión Malfoy, Wiltshire, en el sureste de Inglaterra.
Una tormenta se cierne sobre la Mansión Malfoy, desgarrando el cielo con relámpagos que iluminan brevemente la oscura fachada de la ancestral casa. Las nubes se arremolinan, como si la propia naturaleza sintiera el peso de lo que está por suceder en sus salones antiguos. Dentro de la mansión, el aire está tenso, cargado de magia y expectación, mientras los elfos domésticos corren frenéticamente por los pasillos, llevando toallas y agua caliente, susurros agitados escapando de sus bocas.
Narcissa Malfoy yace en una gran cama de dosel, su rostro pálido, bañado en sudor, pero sus ojos de acero brillan con una mezcla de dolor y resolución. Lucius Malfoy está a su lado, rígido como una estatua, sus manos apretadas en puños detrás de la espalda. Aunque su rostro apenas muestra emoción, un rastro de ansiedad lo delata en la ligera rigidez de su mandíbula. Él sabe lo que está en juego. Todos lo saben.
En los rincones más oscuros de la sociedad mágica, se ha hablado durante siglos de la maldición de los Malfoy. "No nacerá una mujer bajo este linaje, pues traería la caída de la casa", decían los antiguos textos familiares. Nadie en generaciones ha desafiado esa sentencia, ningún Malfoy ha roto el ciclo.
Hasta hoy.
Narcissa grita, el sonido es un eco agudo que parece sacudir los cimientos de la mansión. Las paredes parecen estrecharse, como si el peso de la historia misma estuviera presente en la habitación, observando. La hechicera de cabellos rubios se retuerce, pero no cede; es fuerte, orgullosa, una Black y Malfoy hasta la médula, y no dejará que una maldición la someta.
Con otro grito, la magia en el aire se espesa, tangible, como si cada fibra del universo sintiera la resistencia de lo que está ocurriendo. El medibrujo alza la vista hacia Lucius, con un gesto breve de preocupación en su rostro. Lucius no responde, pero sus ojos se clavan en el hombre de vuelta, como si con solo su mirada pudiera cambiar el destino que parece acercarse inexorable.
Y entonces, un sonido rompe el silencio tenso: el primer llanto. El eco del nacimiento reverbera en la habitación, seguido de un suspiro colectivo de alivio.
𑁋Un niño.
Draco. Un Malfoy varón, fuerte y sano. La maldición, aparentemente, se ha mantenido.
Pero antes de que las sonrisas de alivio puedan asentarse en los rostros de los presentes, un segundo grito sale de los labios de Narcissa. Lucius da un paso hacia adelante, su rostro endurecido por el desconcierto.
El médico se inclina rápidamente sobre Narcissa, su rostro pálido como la porcelana. Algo está ocurriendo. Algo que nadie esperaba.
Narcissa grita de nuevo, y esta vez el aire en la habitación se torna aún más pesado, como si una fuerza invisible estuviera tratando de impedir lo inevitable. Pero no hay marcha atrás. La magia que fluye en las venas de los Malfoy está a punto de ser desafiada.
Segundos después, otro llanto rompe el aire, pero esta vez es diferente, más agudo, más insistente.
El médico se inclina hacia adelante, sus manos temblorosas mientras levanta a la recién nacida para que todos la vean.
𑁋Una niña.
El tiempo parece detenerse. En la habitación no hay más sonido que el débil llanto de la niña, mientras los presentes se miran, atónitos. Nadie se atreve a hablar. Nadie se atreve a moverse. El mismo Lucius parece haberse convertido en piedra, su rostro inexpresivo pero con un brillo de incredulidad en sus ojos.
Narcissa, exhausta pero triunfante, extiende una mano temblorosa hacia su hija. Su respiración es errática, pero sus labios dibujan una sonrisa débil.
𑁋Fénix 𑁋susurra, como si el nombre hubiera estado esperando ser pronunciado desde el principio de los tiempos.
Una niña que ha roto el destino mismo.
Lucius, finalmente recuperando la voz, da un paso adelante. Se acerca a la cuna donde ahora descansan los gemelos, uno junto al otro. Draco, la perfección del legado Malfoy, y Fénix, la anomalía, la niña que no debería haber nacido.
La tormenta afuera se intensifica, los relámpagos iluminan la habitación, y mientras Lucius observa a su hija con una mezcla de temor y fascinación, una verdad oscura se cierne sobre la familia Malfoy. Fénix no es solo una niña; es un desafío al equilibrio de siglos de magia, y aunque ahora todo parece haber terminado, lo peor apenas está comenzando.
𑁋La maldición ha sido rota, pero el precio está por verse.
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El Efecto Malfoy
FanfictionEn un giro inesperado en la historia de la prestigiosa familia Malfoy, Narcisa da a luz a gemelos: Draco y Fénix, la primera niña en nacer en generaciones, desafiando una maldición ancestral que impedía que nacieran mujeres en su línea de sangre. Mi...