CHARLANDO CON LA MUERTE

Capitulo 1. FINAL

Un silencio que complementa la oscuridad que siento en mí alma, mis sueños se han convertido en algo recurrente, se ve todo sombrío, levanto mis manos y no veo más allá de mi brazo, trato de gritar con todas mis fuerzas, pero de mi boca no escapa ningún sonido, trato de sentir si hay algo a mi alrededor, no hay nada, me da miedo caminar pues no sé qué pueda haber, pero no me puedo quedar quieto, avanzo un par de pasos, de pronto solo caigo, cierro mis ojos y al abrirlos estoy en mi cama. El resto del día no mejora, un sábado como cualquier otro en mi vida, me encuentro solo en la casa, mi madre trabajando, me dejo dinero para la comida y quizás vendrá por la noche, esa era mi rutina, pero mi mente ya está cansada, mi cuerpo no siente el desgaste, solo que no hay motivos para seguir... hasta que tomo una decisión, en estos momentos la mejor elección.

A pesar de ser medio día continúo viendo todo en penumbras, la oscuridad me rodea y siento una profunda tristeza que me impacta como una bala directo al pecho, los ojos se me nublan, mis parpados solo quieren descansar. Esta no es una idea pasajera, lo vengo pensando desde hace tiempo, pero siempre había algo o alguien que me lo impedía... no, no es cierto, la verdad nunca tuve el suficiente valor para hacerlo. Eso terminó, ya no puedo seguir con esto, siento que recibí más golpes de los que podía soportar, estoy muy cansado para continuar.

Lo haré en silencio, solo me iré a dormir y todo terminará, tome el bote de pastillas ese mismo que hace unos meses me recetaron para dormir, ahora me dará el descanso permanente. Las ultimas que me quedaban, no sé si sean suficientes, solo espero que sí, es mentira lo que se ve en las películas, su efecto no es inmediato, puede que haya pasado una media hora antes de empezar a hacer efecto, tengo mucha sed, mi boca esta seca. Al tratar de tomar un vaso con agua mi mano no logro sostenerlo y alcanzo a escuchar como cae al suelo haciéndose pedazos, mis ojos, que se sentían tan pesados se comienzan a cerrar con la esperanza que sea por última vez, puedo sentir como poco a poco mi cuerpo se adormece y deja lentamente de responder, por mi cabeza pasa el pensamiento del agua derramada, el cristal por el suelo, "lo siento... en verdad una disculpa si se llegan a cortar, no era mi intención, creí que me daría tiempo de ponerlo en algún lugar seguro... lo siento". Puedo sentir claramente como el calor abandona mi cuerpo, aunque quizás solo es mi imaginación o una última broma que me juega el cerebro.

- ¿Por qué? – escucho claramente la voz de una mujer.

"Mamá", fue lo primero que pensé, pero es imposible, ella no volvería tan pronto... o quizás no era pronto, quizás si morí y solo escucho, no, esa no era la voz de mi madre, quizás mi hermana, no lo sé, de pronto vuelvo a escuchar la misma voz.

- Hey, despierta, te estoy hablando.

Ahí me gana la curiosidad, si soy capaz de escuchar quizás también sea capaz de ver, decido tratar, como si nada logro abrir mis ojos, frente a mi hay una linda joven a la que nunca había visto, con una piel blanca como las nubes que contrarrestan un cielo azul y sus cabellos rojos que parecían fuego ardiente, su ropa era una túnica completamente negra, su mirada parecía dulce, pero al hablar parecía soltar un profundo reproche.

- ¿Por qué ustedes se empeñan en hacer mi trabajo más difícil? –

- ¿Dónde estoy? – pues no estaba en mi habitación, era más parecido a mis sueños, solo un espacio oscuro por todos lados. - ¿Quién eres tú? – en ese momento parecía más importante mis preguntas a las de ella.

- ¡que grosero! – alcancé a escuchar que murmuró la chica antes de responderme. – no estamos en ningún lugar, o quizás es mejor decir que estamos en cualquiera, este solo es un espacio creado por mí para poder charlar contigo, respecto a tu otra pregunta, en realidad no tengo un nombre como el que ustedes tienen, aunque eh tenido muchos, sin embargo, puedes solo llamarme Muerte, pero estoy segura de que no me creerás así de fácil, sin una demostración. –