𝘙𝘶𝘣𝘪𝘶𝘴 𝘷𝘪𝘢𝘫𝘢 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘵𝘪𝘦𝘮𝘱𝘰

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Vegetta y Rubius se encontraban escalando una pared sucia y antigua, dispuestos a llegar hacia el tesoro de aquel templo que se encontraba enterrado en la arena del desierto.

Al final, llegaron a la cima del templo.

"¡Por fin, Dios!" Suspiró Rubius del alivio y después estiró y masajeó sus hombros y brazos adoloridos debido a la escalada.

El dolor se le fue de inmediato al ver las montañas de oro y diamante acumulados, junto con cuadros viejos colgados en las paredes de personas que no conocía.

Rubius soltó un 'Oooh' hambriento y exagerado para después tirarse hacia las riquezas, haciendo que Vegetta pusiera los ojos en blanco y una sonrisa apareciera en su rostro. Intentó fingir estar sereno ante toda esta riqueza, pero finalmente cedió a su hambre avaricioso y agarraba el oro y el diamante tan rápido que parecía incluso más hambriento que Rubius.

Sin embargo, después de que Rubius llenara casi dos sacos de oro y diamante, vió lo que parecía ser un cuadro enterrado en más riquezas, por lo que Rubius, siendo un hombre bastante curioso, agarró la riquezas que tapaban el cuadro y después lo agarró.

Estaba lleno de polvo, por lo que Rubius sopló quitándolo.

"¿¡VEGETTA!?" Rubius gritó sorprendido, haciendo que Vegetta se sobresaltara y rápidamente desenvainara su espada ante un posible enemigo, lo cual no era el caso.

"¿¡Qué pasó!?" Preguntó Vegetta preocupado y se acercó a Rubius, para después ver lo que había hecho gritar al oso.

Un cuadro antiguo, muy antiguo, en donde aparecía Vegetta, posando con las dos manos detrás de su espalda y al lado suyo otro hombre de la misma altura que él con gafas redondas, bigote y monóculo posando de la misma forma. Vegetta llevaba en el cuadro su típica vestimenta morada con combinados de blanco y dorado y su característica capa morada con estrellas debajo, aunque la vestimenta era diferente a la que llevaba ahora, Vegetta llevaba camiseta de manga corta y chaqueta blanca, mientras que ahora Vegetta solo llevaba una camiseta sin mangas.

La fecha aparecía en una de las esquinas del cuadro: 10/03/1873

Rubius miró a Vegetta estupefacto, en busca de explicaciones por parte de él, y Vegetta se rascó la nuca nervioso.

"¿Me explicas?"

"Bueno, cuando decía que era viejo, lo decía muy literal" Contestó Vegetta y después se aclaró la garganta. "He vivido muchas cosas, porque prácticamente soy inmortal"

Rubius quería reír y decirle sarcástico que si claro, que él también lo era.

Pero la prueba estaba ahí en sus manos, una "foto" de Vegetta de hace 149 años.

𝐕𝐞𝐠𝐞𝐭𝐭𝐚 𝐲 𝐬𝐮 𝐢𝐧𝐦𝐨𝐫𝐭𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora