𝐕𝐞𝐠𝐞𝐭𝐭𝐚 𝐲 𝐬𝐮 𝐢𝐧𝐦𝐨𝐫𝐭𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝

𝘌𝘭 𝘮𝘶𝘳𝘢𝘭

Rubius y Alexby se encontraban explorando una mina bajo tierra, después de haber viajado muy lejos porque casi todas las minas cercanas ya estaban exploradas.

Ambos estaban un poco desanimados debido a que solo encontraron tres diamantes en una hora que llevaban ahí, y para no aburrirse, ya empezaban a apostar a ver quien conseguía más diamantes en las próximas tres horas más de exploración.

Pero lo que encontraron a continuación fue sorprendente, en uno de los muros de piedra de la mina, parecía haber una especie de mural.

Habían figuras humanas talladas en la piedra, en el centro del mural, había una imagen grande y representativa que mostraba a un hombre clavandole a una mujer de orejas puntiagudas y ojos morados una especie de lanza en el estómago.

Alrededor habían tallado varias escenas distintas, una en que esa misma pareja se encontraba juntando sus cabezas en señal de amor y cariño mutuo, formaban un corazón con las manos. En otra escena aparecie esa misma mujer abrazando lo que parecía ser La Tierra, y más abajo se encontraba ella bajando desde las nubes encontrándose de frente a el mismo hombre tirado en el suelo y que parecía ser que estaba herido.

A la izquierda habían escenas un poco más tétricas. Se veía a La Tierra al parecer rodeada de grietas negras procedentes de la mano de aquel hombre misterioso, que sujetaba La Tierra de manera fuerte y con una sonrisa malvada en su rostro.

Después se encontraba ese mismo hombre avanzando amenazante con la misma lanza manchada de sangre estelar a un niño, quien retrocedía aterrorizado. Más abajo se veía como la mujer con su último aliento, hacia desvanecer al pequeño desapareciendo de la vista de aquel hombre malvado.

Aún más abajo, se veía ahora al mismo Vegetta ahora adulto, bien dibujado y representado, sentado en una pradera, mirándose ambas manos confundido.

Rubius y Alexby se quedaron en shock.

"¿Que leches...?"