Rivales académicos

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*Punto de vista de Maléfica* Ya llevo una semana aquí y soy una de las mejores estudiantes. Aunque llegó a conocer un poco a Hades, todo lo que sabía y despreciaba de él es evidente: es increíblemente arrogante, presumido y absolutamente indiferente a las reglas o las opiniones de los demás.
Lo que nos unía era nuestro grupo de amigos: Uliana, la líder natural con un carisma innato; James, siempre listo para cuestionar y desafiar; y Morgui, cuyo intelecto y sarcasmo eran insuperables. La rivalidad entre Hades y yo era palpable. Ambos éramos extremadamente competitivos en todas las clases, siempre midiendo nuestras habilidades y conocimientos para ver quién obtendría las mejores notas. Esta competencia feroz, aunque exasperante, también me empujaba a ser mejor cada día.---Hoy, sin embargo, me quedé dormida en clase debido al cansancio acumulado últimamente. He estado tan enfocada en mis estudios que prácticamente me obligó a no comer. Por mi falta de atención, la profesora de historia me regañó, y para colmo, Hades me miraba con una expresión inexplicable. Me pregunté qué estaría pensando y me enojé al imaginar que tal vez me tenía lástima.

a pesar del agotamiento, se enderezó al notar la mirada de Hades sobre ella. La incomodidad de ser observada por su rival sólo alimentó su determinación. Decidida a demostrar que su caída momentánea no era señal de debilidad, se enfocó en la clase y sus apuntes.

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*Punto de vista del Hades*

Desde que llegué a la Academia Merlín, me encontré compitiendo constantemente con Maléfica. A pesar de que no tengo interés en hacer amigos, esta chica logra irritarme con su aparente perfección. Hoy, sin embargo, noté algo diferente. Durante la clase de historia, Maléfica quedó dormida. Su atenuación era evidente, y cuando la profesora la regañó, no pude evitar fijarme en su expresión de frustración. La miré, tratando de descifrar sus pensamientos. ¿Qué la llevaría a descuidar tanto su salud? Quizás, en el fondo, me veía reflejado en ella: dos individuos obsesionados con ser los mejores, a cualquier costo. Sentí una mezcla de irritación y algo más que no pude identificar. Me pregunté si se daba cuenta de lo que estaba haciendo consigo misma, y ​​aunque no quería admitirlo, una parte de mí sintió una pizca de lástima. Pero rápidamente deseché ese sentimiento. No podía permitirme debilidades. Volví mi atención a la clase, decidido a mantener mi posición en la cima, sin importar qué.

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*Hora de almuerzo* Más tarde, en la hora del almuerzo, el grupo se reúne en la gran sala común. James, Morgui y Uliana ya estaban sentados cuando Maléfica llegó, tratando de disimular su cansancio.

*Uliana:* "Maléfica, ¿estás bien? Pareces un poco pálida hoy." Maléfica forzó una sonrisa, intentando parecer despreocupada. "Sí, solo he tenido una semana agotadora. Nada de qué preocuparse." James, siempre el protector, frunció el ceño. " Deberías cuidarte más. No queremos que te colapses a mitad de un duelo mágico." Morgui, con su habitual sarcasmo, añadió: "Sí, porque necesitamos que alguien nos mantenga en la cima de las calificaciones". Hades observaba la interacción desde una distancia, sin decir una palabra. Aunque no quería mostrarlo, parte de él estaba curioso por saber si Maléfica podría mantener su ritmo frenético sin desmoronarse. Mientras hablaban, Uliana notó algo inusual en Hades: una venda en su antebrazo. Su mirada se estrechó, preocupada. "Hades, ¿qué te pasó en el brazo?" preguntó, su tono lleno de genuina preocupación. Hades se tensó, ocultando rápidamente el brazo bajo la mesa. "No es nada. Solo un pequeño accidente en la clase de combate. Nada de lo que debas preocuparte", respondió con frialdad, intentando desviar la atención. Pero en su mente, Hades sabía que tenía que ser más cuidadoso. No podía permitir que nadie descubriera su manera de lidiar con la presión. Tenía que ocultarlo a toda costa.


Maléfica observaba la escena con atención. Algo en la forma en que Hades se comportaba le parecía sospechoso. Esa venda no era un simple accidente. Se quedó con la espina de que Hades ocultaba algo más profundo y preocupante.

*Maléfica:* Pensé en la expresión de Hades y en la venda de su brazo. Algo en su actitud y en sus palabras no cuadraba. ¿Qué podría estar ocultando? La incertidumbre me irritaba, pero también despertaba mi curiosidad. Decidí que iba a averiguar la verdad, por mucho que Hades quisiera esconderla.

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